viernes, 23 de noviembre de 2018

REFRESCAR LA MEMORIA SOBRE ADOLFO SUAREZ

EN LOS ÁNGELES DE SAN RAFAEL 59 PERSONAS FUERON LAS VICTIMAS PERO UNO ASCENDIÓ A LOS CIELOS POLÍTICOS


El 15 de junio de 1969 en la urbanización Los Angeles de San Rafael (a 25 kilometros de Segovia) murieron 59 personas fruto de codicia de Jesus Gil y Gil y la desidia administrativa del entonces gobernador civil  de Segovia y jefe  provincial del Movimiento Adolfo Suarez . Era el Presidente de la Comisión de Urbanismo.

El 21 de junio de 1968, Suárez tomó posesión como gobernador civil de Segovia y jefe provincial del Movimiento. Al acto asistió Fernando Herrero Tejedor en calidad de fiscal del Tribunal Supremo.

Su primer acto oficial como gobernador de Segovia tuvo lugar dos días después: ni más ni menos que la inauguración de la urbanización de Los Ángeles de San Rafael, de la que cortó la cinta oficial junto a un joven constructor soriano llamado Jesús GIl y Gil. Hubo capea, tuna y, ojo al dato, concurso de Miss Madrid, con un jurado de excepción formado por Luis María Ansón, Chicote y el cantante Raphael, entre otros. Acto celebrado, por cierto, sin licencia. Ya tenían bastante licencia con el gobernador de Segovia en la mesa. Cuatro días después, la Comisión Provincial de Urbanismo -bajo el mandato del gobernador Suárez- aprobó el anteproyecto del conjunto turístico comercial de Los Ángeles de San Rafael. Gil y Gil, convertido ya en una pequeña celebridad en la zona, visitaría el despacho oficial de Suárez varias veces en los siguientes meses.

Un año después de la inauguración, Gil y Gil decidió ampliar el restaurante del complejo, pero como tenía prisa por albergar la convención de SPAR, lo hizo sin pedir licencia (al fin y al cabo, siempre podía pedirla a posteriori como ya había hecho antes), sin aparejador y sin arquitecto. Y el restaurante colapsó el 15 de junio. Demasiados muertos como para que la justicia y la política se quedaran de brazos cruzados.

La prensa del Movimiento se vino arriba ese verano contra los hombres de la Obra. El 19 de junio, cuatro días después del hundimiento de Los Ángeles de San Rafael, el diario falangista 'Arriba' disparó con bala contra los responsables políticos de la catástrofe, en un editorial crítico ('Responsabilidad concurrente') absolutamente inédito para los estándares de la prensa oficialista. "Solo los necios no hallarían en el dramático suceso indicios de dejación de funciones administrativas concretísimas". En otras palabras: "Palo para los laureanistas y sus retoños como Adolfo Suárez".

Pero las cabezas no rodaron. A Suárez le salvó, en primera instancia, ponerse a retirar escombros como un loco nada más llegar al lugar de la tragedia, lo que un cínico podría interpretar como un gesto oportunista para lavar la cara, pero que casa con su carácter de político más instintivo y vertiginoso que reflexivo. Un hombre de acción. También ayudó que un Suárez ("preso de los nervios") chocara con Gil nada más llegar a Los Ángeles de San Rafael, como cuenta un ex cocinero de la urbanización   "Recuerdo que hubo un forcejeo entre Suárez y Gil, ya que este último, en un arrebato, quiso quitarle la pistola al capitán de la Policía Armada. Suárez le dio un buen manotazo a Gil".  

Entre otras cosas, porque el hombre encargado de liderar la investigación del caso no era otro que Fernando Herrero Tejedor, fiscal del Tribunal Supremo, con intereses cruzados tanto en la Falange como en la Obra, y que no iba a dejar caer a un hombre de su máxima confianza como Suárez. Lo que pudo ser el fin de la carrera de Adolfo Suárez, acabó resultando un empujón que, varias carambolas después, le convertiría en el primer presidente de la democracia. Un hombre con suerte: con la suerte de haber empezado su trayectoria política en un régimen que no se caracterizaba precisamente por su celo en purgar las responsabilidades políticas.

Adolfo Suarez con el apoyo  de Herrero Tejedor  primero ,y después de muerto este con la mano de Torcuato Fernandez Miranda (Doña Rogelia) terminó  como  segundo presidente del Gobierno por designación por el Rey Juan Carlos I, y primero elegido democraticamente en 1977.

Adolfo Suarez siempre le gustó jugar a dos barajas y, se la daba muy bien.Su hijo, que ahora va de comparsa con Pablo Casado necesita "mucha mili todavía". No todo en la vida va a ser vivir del apellido de "papa".

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