martes, 18 de septiembre de 2018

MUERTES SOBRE LA CONCIENCIA DE AZNAR. SI ES QUÉ LA TIENE



La capacidad de mentir de José Maria Aznar no tiene límites.

Vamos con la primera: 

"No hay caja B"

José María Aznar ha negado en varias ocasiones la existencia de una 'caja B' en el Partido Popular que haya sido acreditada judicialmente. Eso es falso. La sentencia de la primera fase de la trama Gürtel acredita su existencia, ya que probar la 'caja B' era necesario para acreditar que Luis Bárcenas había sustraído fondos de la misma.
La segunda: 

“No conozco a Correa ni le contraté”

 

Otro de las falsedades argumentadas por el expresidente es que no conocía a Francisco Correa, cabecilla de la trama Gürtel condenado a 51 años de prisión. Correa fue testigo de la boda de la hija de Aznar en El Escorial y su empresa organizó todas las campañas electorales del entonces candidato del PP. De hecho, el expresidente incluso voló con Pasadena, la agencia de viajes de Correa.
Y siguen: 

"No he ordenado ningún ingreso ilegal"

El expresidente también ha asegurado que “no haber ordenado ningún ingreso fuera del circuito legal”. Según el exdiputado de UPN, Jaime Ignacio del Burgo, fue Aznar quien aprobó el pago de sobresueldos al consejero navarro, Calixto Ayesa. Un total de 3.600 euros mensuales en negro abonados durante cuatro años en sobres y en cafeterías de Pamplona. Del Burgo reconoció como testigo que efectuó esos pagos reflejados en los papeles de Bárcenas, y Calixto Ayesa que los cobró. El tribunal lo consideró acreditado.
Y más: 

"No hubo soldados españoles en Irak"

La guerra de Irak también ha generado polémica en la comisión con varios enfrentamientos entre el expresidente y el portavoz de ERC Gabriel Rufián. Aznar ha sostenido en su intervención que no hubo soldados españoles en la guerra de Irak. El expresidente ha justificado la presencia de 2.600 efectivos en que estaban "bajo mandato de la ONU" y como parte de una "fuerza de estabilización con 50 países más". "No participó ni uno solo”, ha asegurado. Cuatro soldados españoles y siete agentes del CNI fallecieron en Irak en acciones violentas.
Nadie le ha sacado lo de las armas de destrucción masiva. Una mentira descomunal por la que han pedido perdón el mismísimo Busch y Blair. Pero Aznar, al igual que Ana Botella que vendió las viviendas de Protección Oficial a fondos buitres, no pedirán nunca perdón.  La muerte de José Couso, que fue un asesinato premeditado caiga sobre su conciencia, al igual que los 200 muertos y miles de heridos en los atentados del 11-M de Madrid.
Aznar solo le gusta a Pablo Casado, pues que se apreste a sufrir las consecuencias.

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