sábado, 8 de septiembre de 2018

ESTAR EN DEUDA CON JUAN CARLOS I

FUERON PAREJA. INCLUIDOS LOS NEGOCIOS.


La inmunidad de Juan Carlos I se convierte en impunidad para sus próximos y colaboradores.

La inmunidad del Rey como jefe del Estado, es un principio medieval nacido del mandato  divino que amparaba a los monarcas. Hoy ya no es Dios quien nombra al monarca, son las Cortes que representan a la soberanía popular. Entonces ¿tiene sentido que el monarca siga siendo impune en todos sus actos?.

En los actos políticos el monarca es "irresponsable" porque los refrenda el presidente del Consejo de Ministros. Luego, la inmunidad queda para sus actos particulares y, esto es incomprensible en el siglo XXI.

 Juez, Fiscalía y Letrados del Congreso esgrimen el artículo de la Constitución que dice que "el rey es inviolable y no está sujeto a responsabilidad”.

Y, mientras tanto el director y la redactora  de "eldiario.es" son llamados a declarar por haber denunciado que el máster de Cristina Cifuentes era más falso que un euro de chocolate. Que sí, que es falso.

Lo más chusco de todo esto es que tampoco se investiga a la "amiga entrañable" que estuvo cuatro años viviendo en un chalet en Mingorrubio en terrenos del palacio de la Zarzuela, a pan y manteles y con protección de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, porque reside en Monaco. ¡Toma, por eso le han puesto a su nombre la mansión de Marruecos!. Aquí, el que no corre vuela. 

Por cierto, en el discurso de Navidad fue Juan Carlos I el que dijo "LA JUSTICIA DEBE SER IGUAL PARA TODOS", SE REFERÍA A SU YERNO IÑAQUI URDANGARIN. Este va a pagar todos los platos rotos. Que ni es de sangre real ni nada.

La prensa babosa ha lanzado las campanas al vuelo porque las infantas y luego el príncipe de Asturias se casaban con plebeyos y una plebeya divorciada. Esto ultimo era poner el "chito" muy alto en la modernidad. Todavía está presente en la memoria, que el hijo y heredero de Alfonso XIII, Alfonso de Borbón y Batemberg, renunció a ser principe de Asturias en 1933 para casarse con la cubana Edelmira Sampedro, que no era de sangre real y en   consecuencia  con la Pragmatica Sancion de Carlos III, que regulaba los matrimonios de la Casa Real, no podía ser el heredero.

Ya somos modernos, el heredero del designado por franco a titulo de Rey, saltándose la primogenitura de su hermana Elena y Cristina, en un ejercicio machista vergonzoso, se casa con una divorciada de Baldebernardo. La amiga entrañable del designado a titulo de Rey hace negocios en nombre del Reino de España y, no sabemos las consecuencias, ¿qué más queremos? estamos como en Salvame de Luxe. Que es lo que nos gusta.

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