domingo, 9 de septiembre de 2018

LA "CAMPECHANIA DE JUAN CARLOS I



Rey Juan Carlos, un semidiós hundido.

Cuando en La Constitución se puso que la figura del Jefe de Estado es inviolable –"no está sujeto a responsabilidad", remata la Constitución– pensé que sería una formalidad simbólica que nunca aterrizaría en la vida real. El típico por si acaso escrito para darle más importancia a la figura del Rey. Estaba descontado un comportamiento intachable, propio de su cargo y la institución representada, impensable la necesidad de recurrir a esa figura. 

Don Juan Carlos era aficionado a los deportes, bromista, representando el papel de su vida como campechano oficial.

La campechanía del Borbón era es impostada , ha tenido siempre un pronto violento, incluso con su mujer la Reina doña Sofia. Esa campechanía es la misma se gastan los "señoritos andaluces", llaman a todo el mundo de tú, -"¿tú como te llamas?".- Jose Luis,- "escucha Jose Luis...,". No hace mucho en un viaje, tuve ocasión de conocer a un pretendiente a aspirante a señorito andaluz. Era manchego de Ciudad Real y llevaba viviendo más de treinta años en Sevilla, era funcionario de la Junta de Andalucía. Coincidimos en mesas próximas y se dirigió así al camarero "¿tú como te llamas?". Le contesta "José Luis". Le dice "escucha José Luis, me vas a poner cordero de la parte de la paletilla". Le contesta el camarero :"primero les pondré a estos señores, por nosotros, que ya me lo habían pedido, si queda más, yo con mucho gusto se lo pongo a usted". Una lección de educación. 

Era un restaurante en La Patagonia donde hacen el cordero "crucificado" asado durante cuatro horas. Al oír esto el fulano se dirige a mi en estos términos "a ti no te importar que me den a mi la paletilla". Le contesto, "yo ya lo tenía pedido antes, supongo que a usted le parecerá correcto que si yo lo he pedido antes el camarero lo tenga en cuenta". Se calló y no dijo nada. En otro momento del viaje, caminando por terreno  irregular y algo mojado, el de Sevilla se despacha con este comentario mirando sus zapatos de tafilete y suela fina "me parece que no he acertado con el calzado". Se debió pensar que a los "señoritos les ponían la alfombra roja".

La alfombra es lo que le ha estado poniendo la prensa a Juan Carlos hasta el momento de su abdicación. "Esto lo sabíamos pero no lo podíamos decir". Han sido mucho periodistas los que han hecho tales afirmaciones cuando se han destapado los 'líos' amorosos del emérito. 

Esta sociedad se preocupa más de los asuntos de la bragueta que de los monetarios. Juan Carlos ha estado cobrando comisiones por cada barril de petroleo procedente de Arabia Saudi desde el año 1973. Fue con Aznar cuando le cortaron el grifo. Por eso se llevaron tan mal. Ahora una comisionista profesional Corina, la amiga entrañable, ha dicho, en grabaciones publicadas que Juan Carlos pidió comisiones por el AVE a la Meca. 

De ser anteriores a junio de 2014 estarían bajo el paraguas de la inmunidad, pero si el dinero permanece en Suiza, como se afirma, y no se ha declarado sera motivo de reproche penal. Reproche moral lo es en cualquier caso. Mucha campechania impostada pero la pasta en Suiza para no pagar impuestos. Esto lo hace una persona que cobra de los impuestos que sí pagamos los demás. 

Yo no quiero una Monarquía yo quiero un a República.



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