sábado, 25 de julio de 2020

¿QUIÉN APAGA LA LUZ EN PLENA FIESTA? ANTES EL BOTELLÓN QUE LA SALUD, O EL FUTBOL...

ESTO NO TIENE ARREGLO. 

Nos las prometíamos muy felices cuando nos dijeron eso "de la nueva normalidad". Inmediatamente se oyó "saca el güisqui cheli y vamo a hace un guateque". Dicho y hecho, prestos y raudos los jóvenes se reunieron donde tenían costumbre hacerlo y con los mismos modos y maneras de siempre. Esto es, sin respetar las distancias de seguridad y sin mascarillas. Menudo engorro las mascarillas.

Las familias estaban deseosas de reunirse y darse unos abrazos. A los abuelos les hacía mucha ilusión. Así se hizo, se juntaron 14 personas en un comedor minúsculo en el que estaban tocándose los unos con los otros y, todo era ayudar a poner la mesa y llevar la comida a la mesa. Como era la costumbre de la casa. Ninguna nuera quería que luego dijeran sus cuñadas que no había colaborado. Todos tocaron la botella del vino, la jarra del agua se sirvieron de la misma fuente con los mismos utensilios. Esto lo lee un epidemiólogo y exclama asustado "se están contagiando seguro". Y así ha sido.

Se han producido un brotes de contagios que han asustado a las autoridades. En Cataluña, totalmente en manos de la Generalitat de Puigdemont y Quin Torra, como siempre lo ha estado; están asustados por la rapidez en los contagios. 

Los jugadores del Fuenlabrada, con uno de ellos  contagiado y los demás sin los resultados de los TCR sabidos, fueron autorizados por Tebas, presidente de la Liga de fútbol a viajar A Coruña a jugar contra el Depor. Resultado:28 personas contagiadas. Así, de una tacada y Tebas se pone chulo. Que ya lo es bastante en su estado natural.

En Barcelona reducen los horarios de ocio nocturno y los empresarios se ponen de manos y dicen que se arruinan. Me recuerdan al vicegobernador de Illinois, EEUU, que dijo "si se mueren unos cuantos abuelos es mejor que parar la economía". En plena fiesta ¿quién apaga la luz?. 

Ante los datos de los contagios masivos se han producido un aluvión de cancelaciones hoteleras. Eran pocos y los espantamos. Esto se veía venir. Hasta se abrió un corredor para que los alemanes vinieran a Mallorca donde tienen su segunda vivienda. Las celebraciones en plena pandemia lo mejor es hacerlas con mucha precaución, pero lo mejor de todo es no hacerlas. Lo del botellón ya es más difícil, a estos jóvenes no los controla ni dios que baje. Atentos que esto no ha hecho más que empezar.

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