LA SEGUNDA OLA DEL CORONAVIRUS NOS MACHACA LA ECONOMÍA |
Los que le pedían al gobierno de Sánchez que abriera la economía y las "terrazas" ahora le acusan de ir demasiado deprisa y falta de previsión. Al abrir las puertas se ha colado de todo. Las terrazas a tope, las mascarillas en los bolsillos, y las reuniones familiares sin distancias de seguridad, "aquí estamos todos muy sanos". La consecuencia es que los rebrotes nos tienen atrapados y el Reino Unido nos ha impuesto una cuarentena de 14 días a todos los que procedan de España y quieran entrar en la Gran Bretaña. Esto supone que los turistas ingleses han cancelado sus reservas hoteleras y los profesionales del sector se ven en la ruina.
En el colmo del ridículo, Begoña Villacís, la vicealcaldesa de Madrid corta la cinta de "ya podemos ir a las terrazas". Hace falta ser gilipollas. De "mi reino por un caballo", hemos pasado a ¡toda la vida por ir a una terraza!, ¡el sector se va a salvar! ¡Todo sea por la hostelería!, mientras tanto los colegios estaban cerrados.
Las hordas de capitalinos huyen a las playas y en la Región de Murcia retroceden a la fase 2. La hemos jodido, pero bien jodido. Todo lo ganado en casi tres meses de confinamiento se ha ido al carajo en 20 días de relajo.
Los buitres de siempre responsabilizan a Sánchez por los rebrotes y los que ponían un trapo con "ES DICTADURA" permiten que sus hijas se reúnan con sus amigos en la terraza de la vivienda sin tomar ninguna medida de protección. Si ocurre algo ya habrá tiempo de responsabilizar a Sánchez de todo.
Se pide prudencia en las reuniones, es como la publicidad del juego y su coletilla "juega con responsabilidad". El juego es adicción y no prudencia.
Y ahora ¿que hacemos?. Rezar, pero rezar con devoción. Es gratis y consuela, no sirve para nada pero tiene el efecto placebo.
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