¿BÁRCENAS, RATO, MATAS, CORREA? ¡UNOS APRENDICES!
Siempre se ha dicho que "hasta para robar hay que tener clase". Luis Bárcenas comentará soy un pringao, al lado de lo suyo lo mio es puñetera calderilla.
Lo de Francisco Granados, pecata minuta, un milloncejo en el altillo de la casa.
Camp, Zaplana, Mata o Ignacio Gonzalez, cosas de aprendices.
Rodrigo Rato, unas tarjetas de nada y al talego.
Correa y el Bigotes, unos parvenu. ¡Pardillos!
Hay que tener más clase, más cuajo y más estirpe. Hay que salir por la TV y decir: "la ley es igual para todos, tenemos que ser ejemplo..." y que no te de la risa floja. Claro que para eso se tiene al ABC o a LA RAZÖN que no lo sacan ni en portada ni escondido. Para estos no existe la noticia.
Ahora al que le debe dar la risa es a Urdangarin, en su confinamiento. Dira: "joder la que me montaros a mi por unas perras de nada y yo sabía lo que se cocía en La Zarzuela", que no era un Teatro. Era la casa del baranda.
Cuarenta y cinco años de tabúes, de comentarios de alto voltaje en las redacciones que nadie se atrevía a publicar, han saltado por los aires. Oigo ahora las radios, incluso las teles, leo informaciones en celulosa o en el ciberespacio y reconozco que, tras tantos años de escuchar estas cosas en voz baja, no consigo acostumbrarme del todo a que por fin se hable sin pelos en la lengua sobre los tejemanejes de una persona que durante lustros, y en nombre de la bendita inviolabilidad, hizo de su capa un sayo sabiendo que estaba protegido por un blindaje que para él, y a la vista de los resultados, significaba un verdadero chollo que le permitía llevar una vida de película.
Ya digo, hay que tener clase. Incluso para llevárselo calentito. Los demás "aficionaos, que sois unos aficionaos"
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