Esta visto que el ministro de Justicia, Rafael Catalá, si no la está liando no esta a contento. Ahora, con el caso Urdangarin pendiente de decidir si entra o no entra en prisión se mete en un jardín y vuelve a quedar mal. La Unión Progresista de Fiscales ha denunciado injerencias intolerables por parte del ministro. Su doble vara de medir ha quedado patente en numerosos casos. Veamos :caso de los TITIRITEROS, apoyó la entrada en prisión de estos actores, como si fueran peligrosos terroristas. Han sido absueltos. Eso se llama "interferir en la justicia" algo que no debe hacer nunca un ministro. En el caso del presidente de Murcia se ha reunido con él y este ha dado a conocer información que no la debía de tener. ¿Quién se la proporcionó?. Catalá, parece la contestación.
En el caso Urdangarín es de descaro sin disimulo la protección que han dado a la Infanta Cristina de Borbón. Desde la Agencia Tributaria que dio por buenas las "facturas simuladas" para que no hubiera delito fiscal y que no fuera posible encausarla con penas de cárcel. Hasta dar por buenos que una mujer con formación Universitaria y ocupando un puesto de responsabilidad en una importante entidad financiera, fuera un mero "florero" que firmaba todo lo que le ponía delante su marido.
El ministro Catalá es una rémora para la democracia en España. Cuando salte todo el escándalo, que saltará, Rajoy dirá."eso pasó hace muchas lunas". Y a mi preguntenme por el fútbol, que eso me lo sé muy bien.
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