Según la versión publicada por un ex espía del CESID, Juan Rando, el golpe estaba preparado desde las "mas altas instancias" y el CESID (los espias) lo preparó. Este agente cuenta, que <<fue apartado de la unidad encargada de controlar este tipo de movimientos>>, meses antes del golpe. Que en la tarde del 23-F, a la hora que se produjo la entrada de Tejero en el Congreso, en el chalet de mando del CESID los miembros de la unidad de la que él había sido apartado, <<sacaron bandejas de pasteles y botellas de cava para celebrarlo>>. Que meses antes habían preparado el operativo para llevar los autobuses al Congreso todos a la misma hora. Dice que todos los que intentaron averiguar la verdad sobre el Golpe fueron apartados y despedidos. Que todos lo que estaban en la trama del Golpe fueron promocionados. Que los denunciantes Juan Rando y Diego Camacho vieron con estupor que sus averiguaciones no fueron aportadas al juicio. Que el jefe, Javier Calderon pide el expediente del 23-F y lo devuelve "aligerado". Y se despide a la responsable del archivo.
Yo ni quito ni pongo me limito a resumir lo dicho publicamente por estos dos ex agentes del CESID.
Entre los documentos a medio desclasificar figura el télex que el rey Juan Carlos I envió al teniente general Milans del Bosch a las 2:30 de la madrugada para poner fin al movimiento golpista a esa hora de la noche. El texto dice así:
"Confirmando conversación telefónica que acabamos de tener, te hago saber con toda claridad lo siguiente: 1.-Afirmo mi rotunda decisión de mantener el orden constitucional dentro de la legalidad vigente. Después de este mensaje ya no puedo volverme atrás".
Las dudas se mantienen vivas. Nadie quiere revolver este episodio.
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