viernes, 25 de marzo de 2022

JUAN CARLOS LOS ESPAÑOLES YA NO DECIMOS "VIVAN LAS CAENAS"

LA JUSTICIA BRITANICA LE HA TRATADO COMO UN CHORIZO DEL QUE NO TE PUEDES FIAR. AL JUEZ NO LE HA GUSTADO QUE SE HICIERA PASAR POR INMUNE PARA SER IMPUNE.  


 - BUENAS, DEME ESE COLLAR DE BRILLANTES.

-AQUI TIENE, SON 6 MIL LIBRAS ESTERLINAS.

- BUENO, ME LO LLEVO.

- OIGA QUE ME LO TIENE QUE PAGAR

- YO SOY EL REY DE ESPAÑA Y SOY INMUNE.

- COMO SI ES LECHES. AQUI NO ES NADIE Y SI NO PAGA NO HAY COLLAR.

- YO SOY...

- QUE NO SIGA COÑO. QUE AQUI NI ES REY NI ES INMUNE NI ES NA. LA PASTA O LA PUERTA.

Cuando la Fiscalía española decidió comerse con patatas toda la investigación abierta sobre las presuntas comisiones ilegales del AVE a La Meca, el pastizal archivado en una cuenta de la isla de Jersey y las tarjetas black donadas generosamente por un empresario mexicano. Se le vio el pelo.

De momento, la defensa del rey emérito se ha topado con el chasco de que el estatuto de inviolabilidad no tiene cobertura en el extranjero, tampoco en Gran Bretaña, y menos aun en el caso de acoso a una súbdita británica. El Tribunal Superior de Londres ha tenido que explicar a los abogados que, si aplicaran el principio de inmunidad previsto por la Constitución española, el rey Juan Carlos podría entrar en una joyería de Hatton Garden y robar un anillo de diamantes sin enfrentarse a ninguna consecuencia penal.Se ve le conocen su afición a recibir regalos.

Casi igual de divertida ha sido la explicación de que amenazar la vida de una mujer y de sus hijos "no entra en la esfera de actividades gubernamentales o soberanas". En ese punto el juez le ha pedido a Corinna Larsen que especifique si los actos criminales que atribuye a Félix Sanz Roldán, director del CNI por aquel entonces, fueron a título personal o profesional, lo que es lo mismo que preguntar si James Bond tenía licencia para matar o sólo estaba matando en su tiempo libre. Con todas estas minucias, sumadas a su manía de hacer cumplir la ley a cualquier precio, parece que los jueces británicos no se dieran cuenta de que están armando un incidente internacional que podría desembocar en que el rey Juan Carlos tenga que pasar otras navidades entre palmeras. El humor ingles es cojonudo.

Ahora que en Sanxenxo sus amigos le esperaban con los brazos abiertos y que la Fiscalía había dado carpetazo a la triple investigación abierta -por el cobro de una supuesta comisión de 65 millones de euros por el AVE a La Meca, el uso de tarjetas opacas y un fondo en el paraíso fiscal de Jersey-, llega la Justicia británica y abre la puerta a que Juan Carlos I pueda sentarse en el banquillo de los acusados.

Ahora que los cortesanos vuelven a martillear con aquello de su gran contribución a la democracia y una acreditada hoja de servicios a España, resulta que el camino judicial del padre de Felipe VI vuelve a complicarse.

Ahora que todo el aparato del Estado español había logrado que el abuelo de la princesa Leonor sorteara la responsabilidad penal de más de una decena de delitos porque era inviolable, porque habían prescrito o porque presentó, previo aviso, una regularización fiscal ante Hacienda, dice el Tribunal Superior de Londres que carece de  la inmunidad legal y que puede ser juzgado por acoso extremo y vigilancia ilegal contra su examante. 

Ahora que Felipe VI pensaba que tendría un respiro con la decisión de su padre de quedarse a vivir en Abu Dabi y venir a España sólo de cuando en cuando de visita, el magistrado londinense Matthew Nicklin le ha dado otro disgusto, además de un nuevo argumento a la prensa para que la Corona regrese a los titulares de portada, y no precisamente por su contribución a España y los españoles.

Ahora que Juan Carlos I se alejaba definitivamente del país al que representó durante casi cuatro décadas y fijaba su residencia en Abu Dabi para ahorrarle más quebraderos de cabeza a su hijo, resulta que esa misma decisión es la que ha destruido su línea de defensa en Reino Unido. 

 «Prefiero en estos momentos, por razones que pertenecen a mi ámbito privado y que sólo a mí me afectan, continuar residiendo de forma permanente y estable en Abu Dabi, donde he encontrado tranquilidad, especialmente para este periodo de mi vida (...) Como bien sabes, en 2019 te comuniqué mi voluntad de retirarme de la vida pública y así seguiré haciendo», decía el escrito hecho público por Zarzuela y ha tenido muy en cuenta el magistrado londinense.

Ahora que se le retiró la asignación constitucional y que no ejerce representación oficial, Londres entiende que justo por todo ello ni puede ser ya Familia Real, ni reside en La Zarzuela, ni disfruta de los privilegios de la Corona española, como declararon por escrito sus abogados. Para Nicklin, el monarca «abdicó y dejó de ser jefe del Estado español el 19 de junio de 2014; se retiró de sus funciones públicas el 2 de junio de 2019; dejó de recibir apoyo económico del rey Felipe VI en marzo de 2020 y desde agosto de 2020 ha estado viviendo en Emiratos Árabes Unidos».

Ahora, lo que ha sido imposible en España con criterios absolutamente incomprensibles en el siglo XXI, puede serlo pronto en Londres, esto es que la causa por acoso extremo y vigilancia ilegal tras la denuncia de su amante Corinna Sayn-Wittgenstein,  continúe con Juan Carlos I como un imputado sin privilegios dinásticos, esto es como un ciudadano cualquiera.

¡Joder como ha quedado la Fiscalia española! Puro asco.

Ahora la pregunta que toca responder es si se sostiene de algún modo que sin asignación constitucional, ni agenda institucional, ni residencia oficial en España y tras conocerse la decisión del Tribunal Superior de Londres, Juan Carlos I mantenga su condición de rey emérito. Bastaría con que el Gobierno aprobase un Real Decreto, que lo firmase su hijo, Felipe VI y que se derogase a su vez la Ley Orgánica con la que se apuntaló su aforamiento tras la abdicación.

El Gobierno de Pedro Sánchez no tomará nunca la iniciativa de acabar con su condición de monarca sin la indicación previa de Felipe VI, que tampoco parece estar por la labor de poner fin a la maldición paterna que le persigue. Pero luego, eso sí, se preguntará, por los motivos de tanto desafecto y tanta impopularidad. 

Los Borbones siempre ha salido mal de España. Este no podía ser menos. Vino de tapadilo. Lo trajo Franco el dictador asesino.    Lo nombró su sucesor: "vengo a nombrar a mi sucesor en la persona de Juan Carlos de Borbón..." Esto es de traca. Una guerra civil y como no tiene hijos se salta el orden sucesorio y pone a su niño. El niño agradecido se comporta como le enseñaron: roba como un chorizo y pide perdón por matar un elefante. No por lo robado.

Lo que mal empieza mal acaba.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario