DE LOS FALANGISTAS DE ANTAÑO A LOS FACHAS DE AHORA. ABASCAL, CASADO, ...

ESTOS SON LOS PADRES EN 1936

LOS DE 1936 LES ROBARON A MIS PADRES LA CASA Y LOS ENSERES LOS DE LA PLAZA DE COLON NOS QUIEREN ROBAR LA DEMOCRACIA

Todavía quedamos muchos que vivimos la posguerra, pocos la guerra. Los nietos de unos y otros ocupan la vida política. Durante la dictadura de general Franco, cruel asesino y criminal apoyado por la Iglesia Católica, esa que hoy se preocupa más por la bajada en la recaudación de los cepillos de las iglesias, que de los muertos por la pandemia, solo hubo una historia: la de los vencedores. 

Había dos clases cojos: un glorioso mutilado por Dios y por España, del bando de Franco, y un jodió cojo, del bando de la República. Al del bando de Franco le hicieron héroe con medalla pensionada, le dieron un piso de la Obra Sindical del Hogar y colocaron a su hijos en el sindicato vertical o en algún ministerio. Al de la República le forraron a hostias, que le dejaron más cojo y le dijeron, "ten cuidado con lo que haces que te tenemos fichado". Se tuvo que ganar la vida como pudo. No entro en detalles, pero fueron demasiados los casos en que las mujeres sacaron la casa y los hijos adelante.

Esa España es la que añoran los de Vox y le apoyan los del PP de la mano del miserable de José María Aznar López. Estamos asistiendo a una ola de intoxicación que roza el esperpento. Los de Vox son puro esperpento, pero con 52 diputados. Les faltan 124 diputados para una moción de censura(son 350 y hacen falta 176) pero tiran sus amenazas como si fueran misiles nucleares. 

El PP de Pablo Casado y García Egea no se quiere quedar atrás y se suman a todas las mentiras posibles. No se dan cuenta, que cuando habla de Madrid se está echando la mierda encima, en Madrid gobierna, es un decir, Diaz Ayuso con MAR con la batuta de la corrupta Esperanza Aguirre y, hacen el ridículo escandaloso, como no podía ser de otra forma.

No me sorprendo de nada, he vivido bajo la dictadura, el tardo franquismo, la transición y la puerta del la democracia y, ahora lo más grave de toda mi vida es la pandemia del coronavirus, que por una parte ha evidenciado toda la bambolla y auto bombo de creernos los mejores y no lo somos. De haber desmantelado un tejido industrial para que unos golfos hicieran negocios importando de China todo, y cuando digo todo, es todo. Una industria textil como la catalana, la castellana y la alicantina, que teníamos muy potente, no es capaz de hacer mascarillas. Es como para mear y no echar gota.

No me asombro de las miserias de los fachas, los he tenido muy cerca durante muchos años. Tampoco de los comportamientos racistas y de odio hacia los trabajadores de la sanidad o contagiados. "No hay peor cosa que un pobre harto  a sopas". Se han comprado un cuchitril de 60 metros en una colmena de la costa y se creen con derecho a irse a contaminarlos, pero no toleran  a otra persona contagiada en su edificio o, peor aún, a  un trabajador de la sanidad  en su bloque, como diría doña María.

Eso miserables son los que votan a Vox y al Partido Popular, luego tienen el discurso absurdo de Venezuela y se olvidan que ni pestañearon cuando en Chile el fascista del general Pinochet asesinó a su presidente Salvador Allende y torturó y asesinó a miles de chilenos. Un familiar que había aplaudido el golpe de Pinochet en 1973, me dijo "no podíamos pensar que saliera así". Por los miles de asesinatos que cometía. Sí que aplaudía el derrocamiento de Allende. Como cuando el 23-F de 1981 en España, en la mañana del 24 dijo un "bueno, otra vez será". Ya digo que lo he vivido muy de cerca.