LA CARA DE LA TRAGEDIA |
Susana Díaz presidenta en funciones de Andalucia se sigue aferrando a las faldas de la mesa para no reconocer su derrota. Lo suyo no es ceguera es soberbia y pataleta.
Fue el presidente de Francia el general Charles De Gaulle el que pronunció la frase de "retirarse a tiempo". Años mas tarde al director del diario Madrid , Rafael Calvo Serer le costo que le "volaran el edificio del diario Madrid", por hacer un análisis de Franco y sugerir "una retirada a tiempo".
Desde las elecciones del 2 de diciembre, Susana Díaz está al borde de un precipicio por el que se despeñan 36 años de gobiernos socialistas en Andalucía. La presidenta de la Junta en funciones está a punto de perder la herencia de tres décadas del PSOE más robusto y movilizado del país. La adversidad, sin embargo, hace que esta política de 44 años saque las uñas y se aferre al poder sin ceder un palmo. Todos los partidos políticos, incluido la dirección federal del suyo propio, le señalan la puerta de salida, pero ella parece, como el verso de Wislawa Szymborska, "un árbol clavado en la tierra, al que se aproxima un incendio".
La dirigente sevillana se revuelve ante cualquier amago de moverle la silla y recoge el guante de Ferraz: "En el PSOE hay una tradición: nunca al que gana unas elecciones se le pide que se vaya", y añade, desafiante, "normalmente no se le ha pedido ni al que pierde, mucho menos al que gana", en velada alusión a Pedro Sánchez, derrotado en dos elecciones generales, dueño del peor resultado del PSOE y presidente del Gobierno con 84 diputados. No te vas, te echan, que no es lo mismo
A Pedro Sánchez lo tiraron por la ventana en la maniobra más antidemocrática de la historia del PSOE. Y ha tenido unas cuantas. Susana Díaz quiere convencerse a ella misma que no ha perdido la posibilidad de formar un Gobierno en Andalucía. Mire usted, señora, el Gobierno se forma por la mayoría de los diputados que le votan, y esta es la cuestión. A usted la joderá mucho perder el sillón, pero eso es lo que han querido los ciudadanos andaluces y, se ponga como se ponga, su escaño es igual de valido que el de otro diputado y, si no sabe sumar ,pues aprenda, que ya vale de ir por la vida con la bandera de ser muy demócrata y a las primeras de cambio se agarran a la pata del sillón y hay que separarlos con agua caliente.
Señora Díaz, a la política "se viene llorao" y los votos de Vox son tan validos como los suyos. Eso se evita antes y no después, que nos va a hacer pensar que quiere invalidar los votos de Vox. Eso antes de hacer el ridículo como lo ha hecho usted en la campaña. Se le tenía que caer la cara de vergüenza de haber perdido por la huida de sus votantes a Vox. ¿Quien tiene la culpa?, usted señora Díaz y nadie más que usted. Los toreros dicen que el toro no se equivoca nunca. En política hay una máxima a respetar "el votante es dueño y señor de su voto y no se equivoca nunca". ¿Se ha enterado Susana Díaz?
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