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| ESTO ES EN CAMPAÑA |
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| ESTO ES LO QUE PASA PERDIDAS LAS ELECCIONES |
La izquierda española es muy suya y muy critica con sus partidos. Todo lo contrario de la derecha. La derecha lo primero que hace es votar a los suyos, sin fisuras, las criticas se hacen a puerta cerrada y sin que lo oigan los vecinos.
En nuestro sistema electoral los últimos escaños se disputan por un puñado de votos; por eso el ir a votar es fundamental. Todos los votos son importantes. Cuando el PSOE ha perdido su hegemonía en Andalucía se ha dado cuenta que han sido muchos socialistas los que no han ido a votar. Desde Madrid han acusado a Susana Díaz como responsable de la abstención de sus "presuntos fieles". ¡Qué poco dura la alegría en casa de los pobres!.
Perder unas elecciones, o no ser suficiente la victoria para gobernar, equivale a que los 'dardos' se cruzan de un lado a otro. "En el PSOE hace falta poco para que vuelen las sillas por encima de las cabezas" (Según decía Juan Carlos Rodriguez Ibarra). Todo empezó con el asesinato político de Pedro Sánchez por los dinosaurios del PSOE, continuó con las primarias en las que Susana Díaz y Pedro Sánchez cruzaron los aceros en un duelo a muerte. Ganó Sánchez pero Susana se revolvió y plantó cara. Ahora, como diría la canción, "Un día te quise y, al verme llorando tu te reíste de mi padecer, ahora es tarde no hay remedio ya no te puedo querer". Pues eso, que en el PSOE se pegan con mucha facilidad y luego lloran sus penas.
Cuando la izquierda se cabrea me recuerda lo que se decía en la mili "para que se joda el capitán hoy no me apunto al rancho". El que se quedaba sin comer era el que se borraba del rancho. Y eso es lo que han hecho muchos socialistas andaluces, "no ir al rancho y quedarse sin comer". Y, luego llorar. Como siempre ha sido.
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