sábado, 29 de diciembre de 2018

LA TRAGEDIA DEL POLITICO "DE PARTIDO" SUSANA DIAZ

SUSANA SE PREGUNTA ¿ Y AHORA, DÓNDE VOY YO?

Con la llegada de la Democracia empezó una nueva forma de ganarse la vida "meterse en los partidos". Con Franco tenías que ser del régimen y estar a las ordenes del mando. Con eso era bastante. Con los partidos se ampliaron mucho las ofertas de trabajo para los Susana Díaz, Pablo Casado y una larga lista de "chicos del partido".

En Andalucía se ha puesto de manifiesto lo qué es vivir del partido y no servir para otra cosa. Susana Díaz no se quiere ir ni con agua caliente, no tiene donde ir. En toda sus vida lo único que han hecho es pisar los pasillos del partido. Al mismo tiempo se han montado un sistema clientelar para dar el 'pesebre' a muchos miles de 'pesebristas'. No eran políticos son 'paniaguados del partido'.

Un afamado columnista por alguien definido como cercano a Susana Díaz y cuyo tenor literal es el que sigue: "No se piensa ir, entre otras cosas porque no puede irse a ningún sitio: es carne de aparato desde que hizo la primera comunión y no sabe ni poner una bombilla". No puede decirse, sin embargo, que la hasta ahora presidenta de la Junta de Andalucía se haya estado dedicando a la política, a no ser que tengamos un concepto estrecho y mezquino de la vida pública. Hay muy poca metafísica, ideología y creatividad en la trayectoria de Díaz y, como consecuencia, poco talento para la política, todo ello suplantado por una apelación recurrente a la intriga, el motín y la deslealtad a los principios y a las personas ejercidas desde una soberbia trufada de obsesiva egolatría.

El verdadero peligro para el PSOE en Andalucía, y en el resto de España, es el susanismo oligárquico y nominalista. Las máculas del currículo político de Díaz no pueden ser más onerosas y graves, tupidas de asperezas sediciosas, tumultuosas y conspirativas. El contundente rechazo de la militancia a Díaz en las primarias era una muestra incontestable de la insolvencia de su liderazgo excesivamente escorado al fariseazo y la impostura.
Los andaluces se reconocían en el PSOE, los treinta y seis años de gobierno no han sido una casualidad ni una anécdota histórica, pero no pueden reconocerse en Susana Díaz, en sus intereses personales, en su morbosa ambición de poder, en su soberbia, en su conspiración permanente contra el propio PSOE, en su autoritarismo, en su red clientelar con reparto de canonjías y prebendas o en la carencia de modelo ideológico. Es el rechazo a Susana Díaz, incluso por los mismos votantes del PSOE, por lo que el socialismo andaluz ha perdido influencia y el gobierno de la comunidad. Es el gran drama del PSOE de Andalucía: si no se va Susana Díaz, puede que se vaya el socialismo meridional, no es posible la compatibilidad ya que el susanismo sobrevive a costa de la aniquilación ideológica, material y ética del Partido Socialista.
Susana Díaz encarna los peores instintos de un politico :Creerse insustituible, creerse querido y adorado por lo que solo querian sus migajas, ser mitinera las 24 horas del día, no valer ni para poner una bombilla, y si a todo estos le sumas el dejarte aconsejar por Rosa Aguilar (amiga y defensora del Sandokan). No tiene ideología es simplemente un eslabón de la cadena del partido en forma de pesebre.
NOTA. Susana ha sido presidenta de Andalucia, lo es en funciones todavía.  Pablo Casado es presidente del Partido Popular y aspirante a  presidente del Gobierno. Como para bajarse en marcha.

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