El mastergate de Cristina Cifuentes está poniendo en evidencia a estos políticos que se han adornado con titulaciones inesistentes. Nuestro políticos se olvidan del principal titulo que tiene que acompañar a cada hombre "ser honrado". Estos palurdos se adornan con doctorados en Harvard y luego resulta que un día pasaban por allí, por Aravaca y, se colaron de oyentes. Pero ponen que tienen un doctorado por la universidad de Harvard.
Todo viene de la conocida como "titulitis" propia de un pueblo que salió del analfabetismo hace un parpadeo. No se valora el saber hacer, se valora que lo ha dicho un ..., aunque sea una barbaridad.
Están saliendo mentirosos de toda clase y condición. Aquí no se libra nadie. Todos presumen de lo mucho que han estudiado y, yo digo "pues que poco se les nota".
Hace años, no demasiados, en España la tasa de analfabetismo era pavorosa. En hombres de casi un 50% en las mujeres era mucho mayor. Había buenos profesionales de lo suyo, que sabían las cuatro reglas y mal escribir. Hoy tenemos, eso dicen, la generación mejor formada. Yo cada vez que un periodista pregunta por la calle cosas de lo que antes se llamaba "cultura general", se me cae la cara de vergüenza. Serán espertos en física cuántica pero son unos analfabetos de su pasado reciente.
Los políticos han hecho méritos llevando el café al señorito y cuando alcanzan el poder se cuelgan títulos de toda clase. Yo he conocido a una persona que tenía una experiencia profesional enorme y era muy considerado en su profesión. En una reunión de propios uno le preguntó "¿y usted en qué es licenciado, en Derecho, en Económicas?". La contestación fue esta "yo soy licenciado en la mili".
Son tantos lo que se han adornado con títulos falsos que no caben ni en la guía de teléfonos.
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