martes, 3 de abril de 2018

LAS MENTIRAS DE CIFUENTES VIENEN DE LEJOS

CRISTINA CIFUENTES Y SU HISTORIAL DE MENTIRAS



En el Boletín Oficial del Estado del 7 de abril de 2001, se recogía una convocatoria del Rectorado de la Universidad Complutense para cubrir 14 plazas "por el sistema de promoción interna y sistema general de acceso libre" como Técnicos de Gestión de la Universidad Complutense de Madrid. Un cuerpo del Grupo A, el máximo de funcionarios de la Administración. A esa convocatoria se presentó Cristina Cifuentes, actual candidata del PP a presidir la Comunidad de Madrid, por promoción interna, ya que ella era ya funcionaria del Grupo B, en la escala de Gestión Universitaria, desde una década antes.
Ser de Grupo A, o ser de Grupo B, he ahí la cuestiónLa diferencia entre las dos categorías es sustancial, tanto en lo económico, como en el prestigio dentro de la carrera. Como contábamos en una crónica precedente en ELPLURAL.COM, Cristina Cifuentes aprobó esta oposición con el número 9 entre los 12 aprobados por el turno de promoción. La importancia que el cambio tiene lo resalta el hecho de que en sus biografías oficiales, Cifuentes destaque su pertenencia a un en realidad inexistente cuerpo Técnico Superior, y que resalte que es "funcionaria por oposición. Grupo A".
El problema es que en su examen se produjo lo que parece una manifiesta irregularidad. Y es que, al contrario de lo que sucedía con el resto de los opositores, que podamos saber, ella tenía una relación íntima de amistad con quien presidía el tribunal, el Gerente de la Universidad Complutense, Dionisio Ramos. Un hecho que, como subraya la ley, está expresamente prohibido.
El comienzo de una larga y cercana amistadDe la vieja e íntima relación entre Cristina Cifuentes dimos todos los datos en la crónica antecedente. Se conocieron al poco de ingresar la actual candidata a presidir Madrid en la facultad de Derecho de la Computense, en el que coincidieron como miembros del Claustro, en el que Cifuentes era parte de la Junta de representantes de Alumnos.
El trabajo de ambos en favor de la candidatura de Gustavo Villapalos para el decanato de Derecho primero, y el rectorado de la Complutense más tarde, intensificó su relación, hasta el punto de que cuando Dionisio Ramos se casó, Cifuentes no figuraba como una de las invitadas más, sino que el novio la eligió entre los testigos que firmaron.
Su relación no se enfrió, sino todo lo contrario, en los años siguientes, mientras ella progresaba en política y él pasaba a ocupar un puesto de responsabilidad, acompañando a Gustavo Villapalos a la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid tras la victoria de Alberto Gallardón en 1995.
Tener o no tener... padrinosPero para cuando se convoca la oposición de plazas de Técnicos de Gestión, Dionisio Ramos ya está de vuelta en la Complutense. Ha dejado el cargo político, y se ha convertido en el número dos de la Universidad, como Gerente General. Y como tal, según se recoge en el propio BOE donde se convocan las plazas, se especifica que será él quien presida el tribunal "en representación del magnífico y excelentísimo señor Rector".
El problema, en este caso, es que en el propio BOE, media docena de páginas antes, al especificar las características del tribunal se establece que sus miembros deberán abstenerse de intervenir, "notificándolo al Rector de la Universidad, cuando concurran en ellos circunstancias de las previstas en el artículo 28.2 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre...".
El artículo de esa ley es contundente. Causa c) para la abstención, "tener amistad íntima o enemistad manifiesta con algunas de las personas mencionadas en el apartado anterior (algún interesado en la oposición)"
Cifuentes es imparable en la mentira. Miente en su "curriculum", mintió cuando siendo delegada del Gobierno en Madrid dijo que "no  había habido denuncias por excesos policiales en las manifestaciones", mintió  porque hubo muchas denuncias. Mintió cuando declaró el estado de excepción  en Madrid, el día de la proclamación como Jefe del Estado a Felipe VI, para  prohibir la exhibición de símbolos republicanos impidiendo incluso el derecho de deambular libremente por Madrid. Su palabras fueron "es un día excepcional y hay que tomar medidas excepcionales". ¿Dónde estaba la Fiscalia".
Ahora se ha metido en un jardín y no sabe salir, lo único que hace es salpicar a todos los que la han ayudado en la mentira. No tiene limite en sus mentiras.
Por higiene democrática márchate ya. Y córtate la coleta.

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