ELEGIR A LA PAREJA

Un paso muy importante en esta sociedad es la de elegir pareja. Hace unos cuantos años no se elegía a la pareja, te la imponían . Bien por la clase social a la que pertenecías o por la unión de las haciendas. No había amor de por medio y, se sabía perfectamente que el hombre se iba a buscar una amante, la literatura está llena de novelones de este tipo y, la mujer, que lo tenía más difícil, se refugiaba en la Iglesia  y se "buscaba la vida" como podían. Algunas con el párroco, no el Pacorro, como decía la turista.

La literatura esta llena de matrimonios de mujer joven con marido maduro que se "aliviaba" con mozo joven. P.E. La Regenta.

Dada la importancia de la elección, hombre o mujer, se daban unos noviazgos largos y aburridos. Con todo no siempre se acertaba y luego en la convivencia del "día a día " surgían los problemas.  Con Franco te casabas y era para toda la vida. Con la Ley del divorcio, el 50% de los matrimonios se divorcia.

Hay unos matrimonios que son de especial relevancia, los matrimonios de la Monarquía. En la española se rige por la Pragmatica Sanción de Carlos III .En estas ordenanzas se contempla el matrimonio "morganatico",  noble con plebeyo. La Corona española ha incumplido la norma de Carlos III, al permitir la boda de las infantas con plebeyos. Argumentaron el escaso derecho a la sucesión. Pero en el caso del Rey, entonces Principe Felipe y heredero, por la Constitución, la norma ha saltado por los aires al casarse con la plebeya Y divorciada Leticia Ortiz Rocasolano.

El heredero de Alfonso XIII por linea dinástica era su hijo Alfonso, pero decidió casarse, ya en el exilio, con una cubana y, la familia le obligo a renunciar a su derecho dinástico.

El dictador general  Francisco Franco decidió nombrar a Juan Carlos de Borbon como su sucesor a titulo de Rey. Quedó muy claro que no era una restauración monárquica, era un "instauración". El dictador decidió nombrar a su sucesor y eligió a Juan Carlos de Borbón, como podría haber elegido a cualquier otro de sangre real.  

Las condiciones para ser nombrado sucesor eran:  Artículo noveno.— Para ejercer la Jefatura del Estado como Rey o Regente se requerirá ser varón y español, haber cumplido la edad de treinta años, profesar la religión católica, poseer las cualidades necesarias para el desempeño de su alta misión  y jurar las Leyes fundamentales, así como lealtad a los principios que informan el Movimiento  Nacional. 

Todo se cumplió según lo previsto y Juan Carlos fue nombrado sucesor a titulo de Rey al dictador Francisco Franco.

El hijo, que no primogénito, la primogénita era la Infanta Elena. Pero los padres de la Patria que hicieron la Constitución se saltaron el propio articulo 14, que dice "  Artículo 14 de la Constitución Española: Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social. Así que violando la constitución nombraron heredero de la Corona a Felipe de Borbón  y dejaron a la Infanta Elena compuesta y sin corona.

Vinieron los noviazgos del Principe Felipe y, la boda con la periodista, plebeya y divorciada (yo no tengo nada contra los divorciados, lo tiene la Pragmatica Sanción de Carlos III por la que se rige la Monarquia reinante) Leticia Ortiz Rocasolano. La boda fue un tsunami de baba.¡ Que bien un Rey con una plebeya!. ¡¿Qué modernos somos!. Bueno, pues todo esto saltó por los aires el Domingo de Pascua en Mallorca . Lo que era un secreto, ¿secreto no, era una evidencia? que la Reina Leticia no puede ni ver a su suegra la Reina Emerita Doña Sofia se acreditó con el comportamiento nada familiar de la Reina Leticia y la Reina Emerita Doña Sofia. 

Ha sido un tsunami mediático. Porque si hay una persona respetada, porque se ha hecho respetar es Doña Sofia. Y si hay una persona que ha perdido todo el respeto, porque se lo ha hecho perder es la Reina Leticia. Ya dijo el entonces Rey, Juan Carlos, el heredero es Felipe. ¡Por menos han caído otras Monarquías!.

CUANDO SE PIERDEN LAS FORMAS SE PIERDE LA RAZÓN