EL GESTO DE CHULERIA DE FELIPE GONZALEZ, MISTER X DE LOS GAL
Las primeras elecciones europeas, no en términos jurídicos, pero sí políticos, fueron las de 1994, que se celebraron sin coincidir con ninguna otra. En 1993 se habían celebrado elecciones generales, que por los estudios de opinión que se barajaban ganaría el PP, pero que finalmente ganó el PSOE. Sucedió algo parecido a los que ha ocurrido en 2023. El PP digirió mal la derrota y puso en marcha una estrategia de acoso y derribo al Gobierno presidido por Felipe González de una intensidad similar a la que ha venido sufriendo Pedro Sánchez desde que alcanzó la presidencia con el éxito de la moción de censura en 2018. Pieza clave en la estrategia diseñada en 1993 fue la celebración de las elecciones europeas de 1994. Dado que la victoria de Felipe González en 1993 había sido tan escasa, sobre todo en comparación con lo que habían sido sus victorias anteriores, en el caso de que el PP ganara con claridad o, lo que es lo mismo, que el PSOE perdiera de manera rotunda, debería procederse a la disolución inmediata de las Cortes Generales y a la convocatoria de nuevas elecciones generales.
La hemeroteca de la época es abrumadora en cuanto a la enorme cantidad de información sobre esta estrategia. La estrategia de la derecha en este 2024 es un calco de lo que fue la estrategia de 1994. En ambos casos se da la coincidencia de que las elecciones europeas se celebran sin coincidir con ninguna otra. En 1994 se argumentó por la derecha que las elecciones europeas eran un plebiscito sobre la ejecutoria de Felipe González. En 2024 se está argumentando que deben ser un plebiscito sobre Pedro Sánchez. El paralelismo entre ambas estrategias en ambos momentos salta a la vista. La única en diferencia en el cuadro general, por el momento, es la reacción en 1994 del entonces presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Felipe González, y la que podemos temernos que tenga en este 2024.
Recuerdo perfectamente la intervención de Felipe González en RTVE argumentando que no se podían mezclar churras con meninas y que en las elecciones generales de 1993 se había decidido lo que se había decidido y que en las de 1994 se iba a decidir lo que se iba a decidir y que era constitucionalmente inadmisible extrapolar los resultados de unas elecciones europeas a los de unas elecciones generales. La legitimidad del Gobierno de la nación la decide el Congreso de los Diputados en la sesión de investidura. Y se mantiene mientras no se activa con éxito una moción de censura o se vota negativamente una cuestión de confianza. Nada tienen que ver los resultados de las elecciones al Parlamento europeo con la legitimidad del Gobierno de España o con el de cualquier otro de los países de la Unión Europea.
Felipe González tendría que volver a argumentar la irrelevancia también de las elecciones municipales y autonómicas de 1995 para la legitimidad del presidente del Gobierno de la nación. Tal vez hubiera sido oportuno que Felipe González hubiese recordado esta peripecia de su andadura como presidente del Gobierno en 'El Hormiguero'. En todo caso, nunca es tarde para que la recuerde. Pienso que antes de que los ciudadanos acudamos a las urnas el 9 de junio, Felipe González debería comparecer ante la opinión pública y recordar lo que diferencia a unas elecciones europeas de unas generales en lo que a la legitimidad de la presidencia del Gobierno se refiere.
FELIPE GONZALEZ NO ES QUE TENGA MALA MEMORIA ES QUE NO TIENE VERGÜENZA. EL MISTER -X- DE LOS GAL NO FUE NUNCA UN SOCIALDEMOCRATA Y LE GUSTABAN MUCHO LOS RESTAURANTES DE CINCO TENEDORES. SE MONTÓ LA "BODEGUILLA" PARA AGASAJAR A SUS ADULADORES CON PRODUCTOS QUE LE MANDABAN OTROS ADULADORES. NUNCA LE TUVE EN CONSIDERACIÓN COMO SOCIALISTAM, MÁS BIEN COMO "SOCIOLISTO QUE ROBÓ A MANOS LLENAS. FILESA, MALESA Y TIME SPORT FUERON SUS MARCAS PARA EL SAQUEO.
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