"De acuerdo en todo con Garzón": ganaderos, cocineros y empresarios se mojan sobre
las macrogranjas.
La Campiña Segoviana, en pie de guerra contra las macrogranjas: "No queremos ser la pocilga de España"
Las macrogranjas ya hicieron estragos en el agua de Cataluña. Según los datos de la Agencia Catalana del Agua, en 1998 había 204 municipios declarados Zona Vulnerable a Nitratos. Pero para 2015 ya habían pasado a 422 (más del doble en menos de dos décadas), lo que supone casi la mitad de los municipios catalanes. La Agencia concluía, en su Plan de Gestión de Distrito de Cuenca Fluvial 2022-2027, que “el 73% de las masas de agua subterráneas de Cataluña en un estado químico ‘malo’ lo son por exceso de nitratos”. Un informe de Greenpeace concluyó que la ganadería industrial de Cataluña es la que más contribuye de toda España a la crisis climática.
Denuncian además los ecologistas las condiciones de vida a las que se ven sometidos los animales de las este tipo de explotaciones. Activistas de Greenpeace se colaron en una granja intensiva porcina de Castillejar (Granada) y concluyeron que el ganado vive en una situación, que prácticamente no hay control ni inspecciones y que los incumplimientos de la ley raramente son sancionados. Lo más impactante del reportaje, no obstante, son las fotos.
La polémica de las macrogranjas parecía un problema circunscrito a municipios de la España Vaciada que se han unido también en esta cruzada. El ministro Garzón ha sido el que ha levantado la liebre esta semana, denunciando la situación en una entrevista en The Guardian. Unas declaraciones que han provocado también un seísmo político en España. El PSOE se desmarcó y la oposición exigió una rectificación inmediata.
Y de fondo, las elecciones. El próximo 13 de febrero se juega en las urnas el futuro del gobierno castellanoleonés. Unos comicios polémicos desde su concepción, desde que Alfonso Fernández Mañueco (PP) echase a Ciudadanos del gobierno y anticipase la cita electoral. En Bernardos y los pueblos aledaños, a nadie le cabe duda de que el cochinillo segoviano acabará siendo una inesperada baza a jugar por parte de los candidatos.
El origen de esta polémica ha sido una entrevista publicada en el diario británico The Guardian y posteriormente tergiversada por la revista sectorial Cárnica, que difundió una noticia titulada: "Garzón afirma en The Guardian que España exporta carne de mala calidad de animales maltratados".
El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, que tiene elecciones autonómicas a la vista, cargó las tintas contra el ministro de Consumo y, a partir de ahí, multitud de políticos, tertulianos y expertos del sector se han pronunciado. Algunos habiéndose leído la entrevista original... y otros no.
Garzón, para intentar deshacer el entuerto, ha publicado la transcripción completa de esa entrevista. Un texto en el que, por cierto, no aparece el concepto "mala calidad". Lo que sí hace el ministro es comparar la carne procedente de explotaciones en extensivo —animales criados al aire libre y alimentados en buena medida con pastos naturales— de Asturias o Castilla y León (de las que habla de forma muy favorable), con las de macrogranajas de "4.000, 5.000 o 10.000 cabezas de ganado". En su opinión, la primera es más sostenible y de mayor calidad.
"La entrevista tuvo lugar el 14 de diciembre y fue publicada en versión narrada el 26 de diciembre. El bulo comenzó el 3 de enero impulsado por el lobby de ciertas grandes empresas que promueven macrogranjas contaminantes... y el resto ya lo sabéis", ha señalado en Twitter Garzón.
IGP Carne de Ávila: "De acuerdo en todo"
Pero, más allá de afinidades políticas y de la falta de tacto que muchos le achacan, ¿tiene lógica la afirmación del ministro de Consumo? Pedro L. Herraiz, secretario de la IGP Carne de Ávila, reconoce que su opinión ha variado después de revisar las declaraciones exactas de Garzón.
El crítico gastronómico Mikel Zeberio, uno de los responsables de Petra Mora, asegura que al ministro de Consumo "no le falta razón", pero lamenta que, al opinar sin conocimiento, la gente mezcle temas serios con su ideología política.
"Organolépticamente existen diferencias entre una carne y otra, pero lo realmente importante es lo que hay detrás. Algún día tenemos que enseñar la crudeza que hay detrás de las granjas en las que viven animales enjaulados. ¡Es una gamberrada!".
José Portas, propietario de la empresa Discarlux, que cría y distribuye carne de vacuno, asegura que hay muchos factores que influyen en la calidad del producto: la alimentación que ha tenido, la cromática, el punto de maduración, el grado de infiltración de la grasa... "Todo eso se traduce luego en el sabor y en la ternura".
"Una granja porcina en intensivo no tiene nada que ver con una montanera de Extremadura, eso es indiscutible. Pero a ningún sector le gusta que le toquen y las cosas se pueden decir de otra manera. A veces los políticos usan frases muy generales y me parece que tienen que ser mucho más cautos".
Se tergiversa todo y siempre hay opinadores de todo, de esto también, que sus palabras son 'definitivas' y no han pisado una granja en su vida. Pero le hacen el trabajo sucio al PP Y los lobbies empresariales
NOTA: CUANDO ENTRAMOS EN LA UE LA CASI TOTALIDAD DE LAS GRANJAS DE GANADO ESPAÑOLAS NO PASABA LOS FILTROS DE CALIDAD EXIGIDOS. HA SIDO UN SECTOR CON MÁS LUCES QUE SOMBRAS.
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