Rodolfo Martín Villa se subió a un coche oficial como Jefe Nacionall del SEU, sindicato fascista, y no se ha bajado.
A la izquierda, los reyes de España entregando este miércoles, 28 de junio de 2017, una medalla a Rodolfo Martín Villa por su papel en la Transición española y en las elecciones constituyentes de 1977. A la derecha, un policía golpea salvajemente a obreros que se mantienen en huelga en Vitoria. Es el 3 de marzo de 1976. Martín Villa es el ministro de Relaciones Sindicales y la actuación policial deja cinco trabajadores muertos y al menos 150 heridos, muchos de ellos de bala. Nadie, absolutamente nadie, asume responsabilidades por aquella matanza.
"Dile a Salinas que hemos contribuido a la paliza más grande de la historia", decía por radio, minutos después de la masacre, uno de los agentes que participa en la operación en Vitoria. Las víctimas de la matanza, sin embargo, tenían y tienen claro quiénes son los que provocaron aquello. Jesús Quintana Saracibar, policía que estaba al mando del dispositivo, y Rodolfo Martín Villa, ministro de Relaciones Sindicales que se ocupaba del ministerio de la Gobernación.
La sombra de aquella masacre, de la que nunca tuvo que responder ante la Justicia, no impidió a Martín Villa continuar prosperando en su carrera profesional. Nadie le pidió cuentas en pro de la reconciliación nacional. Tampoco por haber condecorado a Antonio González Pacheco, el torturador más conocido del tardofranquismo. De hecho, Martín Villa continuó su carrera hasta alcanzar la presidencia de Endesa, de Sogecable y el comisionado del Gobierno para el desastre del Prestige. Hoy, además, ha recibido una condecoración de manos del monarca. INSULTANTE.
MARTIN VILLA ES UN PERSONAJE SINIESTRO.
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