A principio de los años 50, en Segovia era gobernador Civil y Jefe Provincial del Movimiento don Pascual Marín Pérez. En esos años había la costumbre de irse a bañar, cuatro gatos, al río Eresma antes de entrar en la población de Segovia. La zona estaba en un completo descampado a una distancia muy considerable del último núcleo urbano, el cementerio. Lo digo para que se vea que no había lugar al escándalo publico.
Las normas para el baño eran: para los hombres pantalón tipo "Meyba", el de Fraga en Palomares, y camiseta de tirantes. Para las mujeres bañador completo. Y, esta es la cuestión, no se podía estar fuera del agua sin tener puesto un albornoz. Todo muy recatado.
Esto que voy a contar fui testigo directo. "unas chicas jóvenes salen del agua y se dirigen a recoger los albornoces. Aparecen unos Policías Armados, Grises, que estaban escondidos y pretenden llevarse detenidas a las jóvenes por escándalo publico". Estábamos presentes, mi madre, mi padre, mi hermano y yo. "Las jóvenes se poner a llorar y se justifican que iban a ponerse el albornoz". Interviene mi padre y les hace ver a los guardias que "estábamos en familia y nadie se había sentido escandalizado". Gracias a mi padre no se llevaron detenidas a las jóvenes. Así era la moral franquista.
1. La población controlada: orden, modestia y rectitud . “Normas de Decencia Cristiana” sobre el noviazgo: Norma 60.Un hombre no debe tratar afectiva y asiduamente con una mujer sino con vistas al noviazgo, ni emprender el noviazgo sino con vistas al matrimonio. El flirt es un pecado ordinariamente grave.
Norma 62. Para conseguirlo, además de una intensa vida de piedad, han de procurar huir, en su trato, de la soledad y de la oscuridad. El no hacerlo suele ser pecado mortal, porque constituye un peligro tan próximo que es casi segura la caída, y fácilmente sirve de escándalo a los que lo conocen.
Norma 64. No puede aceptarse el que los novios vayan cogidos del brazo con peligro para ellos y mal ejemplo para los demás. Es escandaloso e indecente el ir abrazados de cualquier forma que sea.
Esto es en Valladolid. Durante la temporada de verano y desde hace muchos años, se viene utilizando para baños, el paraje denominado “Puente de Cemento” sobre el río Esgueva, del término municipal de esta Capital y a una distancia de un kilómetro de la Barriada “La Pilarica” lugar muy frecuentado especialmente en los días festivos por “parejas” las que tanto al desvestirse como al vestirse, no se recatan de hacerlo ante otras personas y sobre todo de niños de corta edad. Dada la cantidad de arbustos que existen en dicho lugar, es aprovechado para permanecer tendidos en el suelo en posturas incorrectas y a veces se les sorprende en la realización de actos inmorales.
Ya se sabe "cuando las ganas de joder aprietan, ni al gobernador Civil se le respeta".
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