A lo que se ve la estupidez es contagiosa. El consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Sánchez Martos, se descuelga con la soberana estupidez que con un calor de cuarenta grados a la sombra, en un aula de un colegio/instituto, mal orientado y sin aislantes protectores, "se combate haciendo abanicos de papel". El sujeto es medico, no se si por correspondencia, pero su afirmación es una soberana majadería. No podía faltar la "rubia" de la presidenta Cristina Cifuentes, que sale en su amparo con otra soberana majadería, "la medida no provoca ningún daño a nadie", dice Cifuentes. Cierto que hacer abanicos de papel no provoca daño a nadie, pero no resuelve el problema y ya han tenido que hospitalizar a casi 50 alumnos con síntomas por golpe de calor en un instituto.
La afirmación de Cifuentes es comparable al que "recomienda a un enfermo de diabetes que se tome un vaso de agua". Y luego dice "eso no le hace daño". Lo que le hace daño es la banalidad con que han tratado el problema a la espera que cambie el tiempo, muy al estilo Rajoy que dijo "la luz va a bajar porque va a llover".
Los tontos nunca están solos, cuando menos van por parejas, como la Guardia Civil y los huevos fritos. Lo menos que se le puede pedir a un consejero de Sanidad y a la presidenta es que se piensen lo que van a decir y que inmediatamente se pongan a buscar soluciones al problema. Para eso se les paga y si no saben, "que no saben" que se retiren dignamente. Ya tuvimos otro consejero de Sanidad que dijo unas cuantas "burradas" y chulerias en el caso de la enfermera contagiada por el Ebola. Tuvo que dimitir. Me da el tufo que Sanidad es una consejería con mucho calado. Acordémonos de los tiempos de Esperanza Aguirre y sus privatizaciones, con los consiguientes consejeros involucrados.
Pues , como decía el Obispo, "no está de llover",
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