martes, 5 de abril de 2022

VUELVE EL PP DE AZNAR


 EL PP MIRA A AZNAR COMO REFERENTE

SI AZNAR ES SU REFERENTE ES PARA MARCHARSE DE ESTE PAÍS

Aznar fue un insulto a la democracia, el comienzo de la gangrena que produce en cualquier cuerpo sano o medio sano el virus del odio, el rencor y la malevolencia. Ahora que volvemos a escuchar en boca de los dirigentes populares el ejemplo a seguir de aquellos tiempos, convendrá que alguien -viejo y reviejo-  recuerde sus muchos méritos. Para que siga en el estercolero de la historia. Bastarán unos apuntes.

Lo primero que hizo Aznar cuando tomó posesión de su cargo de máximo dirigente de la derecha a comienzos de los noventa, fue comunicar a José Luis Corcuera, entonces ministro del Interior socialista, que el terrorismo ya no era para su partido una cuestión de Estado, como había sido con Fraga, y que lo utilizarían de manera partidista en cuanto les conviniera. Y no tardó en hacerlo. Con aquel delincuente llamado José Amedo, y la colaboración inestimable del oscuro y viscoso Pedro J. Ramírez, apoyado desde bambalinas por el inefable Julio Anguita, se sirvió de los GAL para golpear al PSOE, cuando todos ellos conocían muy bien los orígenes de aquellos terroristas de Estado. Por entonces daban igual las mentiras que las verdades, que para qué prestar atención a esos pequeños detalles.

Llegado al Gobierno, y tras hablar catalán en la intimidad con Pujol y ponerse la txapela con Arzallus, privatizó y destrozó las joyas de las empresas estatales para repartírselas entre sus amigos, con aquel Villalonga en Telefónica, su compañerito de pupitre en el colegio y compartidor de tortitas con nata, dinero a espuertas para comprar y tapar, o Paco González, un tiburón de las finanzas en Argentaria, allí puesto para comerse a bocados lo que se pusiera por delante hasta llegar al BBVA, Villarejo mediante.

¿Le molestaban los medios que criticaban sus desmanes? Dejémonos de sutilezas: logremos con los amigos en la judicatura y la prensa adicta que se meta en la cárcel a Jesús Polanco y a Juan Luis Cebrián, cabezas de PRISA, ese conglomerado de rojos y enemigos de la patria que conformaban EL PAÍS y la SER, incluso Canal+ y sus odiosos guiñoles. A punto estuvo de lograrlo, con la complacencia culposa de aquel inenarrable sindicato del crimen, groseros y vociferantes gacetilleros.

No gastemos mucho más espacio, que bastará recordar la ley del suelo, la madre de todas las corrupciones, la increíble boda de su hija en El Escorial -¡qué vergüenza de políticos y qué bajeza de los obispos prestándose a aquel disparate!- pagada en parte por los corruptos de la Gürtel, para llegar, momento excelso, a su penosa participación en las Azores en apoyo a la guerra de Irak, ridículo monosabio alineado con los espadas Bush y Blair. Ellos, al menos, acabaron pidiendo perdón. Aznar, siempre tan prepotente, ni eso. ¿Acabamos aquí? No, que todavía nos queda la ignominia de la manipulación del atentado del 11-M, otra vez en santa compaña del indecente Pedro J. Ramírez, la mentira conspiranoica como lema de batalla. Recomendable ver la pelicula de Movistar + El vicio del poder. VICE.

Aznar ha sido el politico más traidor y cobarde mentiroso de la historia de la democracia. Dio eL V.B. al 'sindicato del crimen' organización de periodistas organizados por Luis María Ansón que dijo publicamente y sin rubor que "para quitar a Felipe Gonzalez del Gobierno se rozó la estabilidad del Estado". 

Haremos una oposición responsable, prometen. ¿Tanto como la feroz y canalla que hizo Aznar a Felipe en los noventa? ¿O Rajoy y sus mariachis a Zapatero, usted traiciona a los muertos? ¡Qué bien! No se preocupen, que ya sabemos que Cuca Gamarra se retorcerá cuanto haga falta -qué gran contorsionista para el circo del que hablábamos al comienzo- y como ella misma ha dejado bien claro, “hemos alcanzado con Vox un acuerdo en Castilla y León que garantiza la gobernabilidad y la estabilidad”. ¿Moderación, dicen?

Conviene recordar a los desmemoriados una hIstoria muy reciente. 

En declaraciones dadas a la emisora Onda Cero, Anson señaló que la operación de acoso y derribo iniciada en 1993 contra el entonces presidente del Gobierno no fue solamente periodística, sino naturalmente del partido de la oposición , en aquella época el PP.

El ex director de ABC dijo también que esa trama se extendió a algunos medios financieros y a algunos medios de comunicación .

Las palabras de Anson se produjeron un día después de que el semanario Tiempo publicara una entrevista con él, en la que el presidente de Televisa España reveló que para acabar con González y permitir la alternancia política, varios periodistas como el director de El Mundo Pedro J. Ramírez, el director de los noticieros radiales de Antena 3, Antonio Herrero, y el propio Anson sostuvieron reuniones con el fin de articular una estrategia común.

  En una extrañísima, inopinada confesión pública, el antiguo director del periódico ABC Luis María Anson explicó con todo el desparpajo deseable cómo se organizó la conspiración periodística para desalojar de la presidencia del gobierno a Felipe González. Los detalles del caso son apasionantes, descontando que el zipizape está apenas comenzando.  

Resulta que un buen día, según lo cuenta Anson, unos cuantos periodistas, locutores, directores de periódicos, políticos más o menos ociosos, algún banquero, descubrieron que el Partido Socialista había ganado dos elecciones consecutivas y amenazaba con ganar la siguiente. Su instinto patriótico los ayudó a ponerse inmediatamente de acuerdo en que eso no podía ser. Su razonamiento fue más o menos el siguiente: la democracia consiste en la alternancia y si los electores votan otra vez al PSOE no habrá alternancia, es decir, no habrá verdadera democracia. La conclusión era obvia: había que educar a los ciudadanos españoles para que votasen correcta y democráticamente. Esto es, que votasen contra el PSOE. De modo que organizaron, con verdadero mimo y sin escatimar adjetivos ni reparar en vergüenzas, una campaña de desprestigio sensacional que pocos años después consiguió el triunfo de la democracia (o sea, el del Partido Popular).

17 de febrero de 1998. La lista de conspiradores según Anson: Pedro J, Ramirez, Antonio Herrero,  José Luis Gutierrez, Manuel Martín Ferran, además de banqueros y jueces y magistrados, como Javier Gomez de Liaño.

Si este es el PP que quiere Feijóo, ¡agarrense que vienen curvas!


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