PEDRO SÁNCHEZ SALVADO POR EL ERROR DE UN DIPUTADO DEL PP
“POR UN CLAVO SE PERDIÓ UN REINO”
“Por la falta de un clavo fue que la herradura se perdió.
Por la falta de una herradura fue que el caballo se perdió.
Por la falta de un caballo fue que el caballero se perdió.
Por la falta de un caballero fue que la batalla se perdió.
Y así como la batalla, fue que un reino se perdió.
Y todo porque fue un clavo el que faltó”.
Decia Luis molowny que "el partido duraba hasta el ultimo minuto". Los toreros dicen que "hasta el rabo todo es toro".
Los muchachos de Pablo Casado no son más tontos porque no se entrenan. Van de matones por la vida y no tiene ni media hostia. La desagradable de Ana Pastor con Adolfo Suarez (hijo) protestando por la equivocación de uno de los suyos. En vez de protestar mira a quien escoges que luego pasa que no saben ni votar.
Pablo Casado está de los nervios porque ve que en Castilla León no le pintan bien las cosas y empieza como Trump a decir que le van a robar las elecciones. Robar, robar, el PP que ha sido condenado por ello. Se cree el ladrón, que todos son de su condición.
Si compras a dos diputados de otro partido para que sean transfugas y uno de los tuyos vota equivocado, la has cagado, peor bien cagado.
No vale decir "se ha vulnerado en sentido de la Cámara" El sentido de la Camara son los votos emitidos. Enterate Casado.
El final de fiesta no pudo ser más rocambolesco. El Gobierno salvó este jueves por la mínima la reforma laboral en una sucesión de giros inesperados de los acontecimientos gracias al problema de un diputado del PP con el voto telemático. No fue, además, un diputado cualquiera. Alberto Casero es el número dos del secretario general del partido, Teodoro García Egea. Sin su patinazo, que los populares achacan a un error del sistema, el real decreto ley aprobado por el Ejecutivo el pasado diciembre habría quedado derogado porque, pese a que la dirección de UPN había anunciado la víspera su voto a favor, los dos diputados de la formación en el Congreso incumplieron a última hora la disciplina de voto y se pasaron al no. El resultado fue de 175 votos a favor frente a 174 en contra. Pero ni el PP ni Vox lo dan por bueno. Y recurrirán, tanto a la Mesa como al Tribunal Constitucional.
Nada fue este jueves normal en el momento de anunciarse una votación que 24 horas antes el Ejecutivo daba por superada con una mayoría inédita en la legislatura y muy incómoda para Unidas Podemos pero suficiente. El desconcierto se apoderó del Hemiciclo cuando la presidenta de la cámara, Meritxell Batet, se equivocó con las cuentas y llegó a dar por derogada la reforma. «Los letrados me informan de que el real decreto ley ha sido convalidado», dijo segundos después, cuando los rostros de sus compañeros de partido ya parecían demudados. El suspiro en la bancada del Gobierno fue evidente. Eran casi las 19:00 horas. Pero la noche aún sería larga.
En un primer momento, la portavoz del PP, Cuca Gamarrra, todavía intentó que no se diera por bueno el sí de Casero, que, según fuentes populares, había solicitado permiso para corregirlo antes del cierre del periodo estipulado para emitir el voto telemático. Los letrados del Congreso no vieron margen alguno para la rectificación, según fuentes de la presidencia de la Mesa, como tampoco se admiten correcciones del voto presencial. Con todo, el PP insistió en que recurrirá la decisión de Batet de dar por zanjado el asunto. Alegan incluso que, en realidad, fue el sistema el que registró un voto distinto del que el diputado extremeño había emitido y que se ha producido un «incumplimiento del reglamento».
De acuerdo con una resolución de la Mesa de mayo de 2012, según los populares, el voto telemático tiene que «comprobarse telefónicamente con el diputado antes del inicio de la votación presencial en el pleno» y, según el artículo 82 punto 2 del Reglamento, el voto emitido «deberá ser verificado personalmente, mediante el sistema que, a tal efecto, establezca la mesa».
Doble verificación
En la práctica, no es ese el sistema que se sigue. A lo largo de la pandemia, el voto telemático ha sido la fórmula más habitual para un enorme número de diputados y el procedimiento de doble verificación del voto es meramente informático. La aplicación pregunta al diputado si está seguro del sentido de su voto y le permite alterarlo. Pero una vez confirmado, no hay vuelta atrás. Simplemente, se genera un 'pdf' que sirve como resguardo. El PSOE insistió este jueves en ese asunto y apeló a errores previos cometidos por diputados de otras formaciones a los que tampoco se permitió corregir nada ni, como pretendió Casero, votar posteriormente en el pleno. «Lo que no se puede hacer es votar dos veces», argumentó el portavoz del grupo socialista, Héctor Gómez.
La versión del PP es que el 'pdf' que se generó a Casero no coincidía con lo que realmente había votado; algo que desde otras formaciones se considera poco creíble. «Lo que no podemos permitir es que cuando a un partido no le gusta un resultado, que además cuenta con el aval del secretario general y los servicios jurídicos de la Cámara, no lo acepte», insistió el líder de la bancada socialista.
Excusas de mal pagador las del PP
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