LA INSENSIBILIDAD DE ALGUNOS MEDICOS QUE SE CONVIERTEN EN MISERABLES BRUJOS DE LA TRIBU CON DERECHO A LA VIDA DE LAS PERSONAS
Muere tras confundirla el Summa con una enferma terminal y no enviarle ayuda a tiempo: 'Tenemos muchas llamadas, ¿vale?'
Beatriz Sánchez alucinaba. Hacía 13 minutos había llamado para pedir una UVI Móvil para su madre, que no respiraba bien y perdía el conocimiento en el sofá de su casa, en Vicálvaro (Madrid). Acababa de volver a llamar para preguntar por la ambulancia y, El SUMMA 112, como admitía ayer la Comunidad de Madrid a este diario, había confundido dos llamadas por insuficiencia respiratoria. A Beatriz le tocó la peor parte: creyeron que su madre era la otra, la enferma terminal, y 13 minutos después ni siquiera le habían mandado a nadie.
No sólo eso: la regañaban por insistir, por llamar de nuevo. «Era como si me dijeran: 'No moleste, su madre se está muriendo, ¿qué puedo hacer yo?'. Cosa que, por otro lado, me parece la leche: ¿aunque la persona esté en paliativos, ¿no le mandan a nadie? Como está en paliativos, ¿que se muera?» dice ella.
Cuesta imaginar a Beatriz, una mujer menuda de 44 años y hablar suave, con ganas de pegar a nadie. Sin embargo, dice, «te juro que si me ponen ese día a este tío delante, no sé qué hubiera hecho».
En tono encendido, con un punto de hastío, el médico le espetaba: «Si su madre no respira es que se está muriendo, señora. El SUMMA 112, como admitía ayer la Comunidad de Madrid a este diario, había confundido dos llamadas por insuficiencia respiratoria. A Beatriz le tocó la peor parte: creyeron que su madre era la otra, la enferma terminal, y 13 minutos después ni siquiera le habían mandado a nadie.
Cuesta imaginar a Beatriz, una mujer menuda de 44 años y hablar suave, con ganas de pegar a nadie. Sin embargo, dice, «te juro que si me ponen ese día a este tío delante, no sé qué hubiera hecho».
A los profesionales de la medicina se les clasificaba según sus actos : Tarugo era el que recibía comisiones por recetar lo que le indicaban los laboratorios que luego les pasaban las comisiones. Eran la inmensa mayoría.
Golfos eran los ponían a pasar sus consultas a estudiantes o lo que fuera mientras ellos estaban en la privada. Estos golfos eran los que en la SS le decían a un paciente "Esto que tiene usted yo se lo puede tratar pero por privado", se lo dijo un oftalmólogo a mi madre. Era mentira no tenía nada.
Peseteros son lo que utilizan la sanidad como negocio lucrativo. Son una verdadera legión. Incluso te meten en operaciones innecesarias porque tienen que amortizar la inversión en material quirúrgico. Me lo confirmó un familiar oftalmólogo con estas palabras "a mi lo que me deja dinero es la cirugía privada". Yo he sido victima de uno de ellos que me dejó medio inútil por operarme absurdamente y con engaños.
A los cuatro años un medico asesino mató a mi hermano gemelo. Entonces en 1949 no había Defensor del paciente y la familia nos tragamos la pena y el dolor pero yo me quedé vacunado contra los médicos.
He conocido muy de cerca a uno que en su vida privada era absolutamente imbécil en su actuación profesional era peor que malo. Siempre recetaba lo que le daba comisión el laboratorio. Tenía una habitación destinada a los regalos de los laboratorios.
En la actualidad estoy sufriendo la insensibilidad de dos médicos que se han comprado el piso encima del mío y están haciendo una obra que llevamos cuatro meses que no podemos vivir en nuestra casa. Utilizan martillos neumáticos que hacen temblar la mesa en la que estamos comiendo. Se les indicó antes de empezar la obra que fueran respetuosos con nuestra vida de personas de avanzada edad. No han hecho ni caso, es más, los obreros ha tenido la desfachatez de decirnos que "ellos no van con cuidado porque tardarían más y tendrían que cobra más". Esto lo saben los propietarios porque yo se lo he dicho. Es decir: estamos pagando con nuestro sufrimiento, el de mi esposa y el mío, que la obra le salga más barata a los dos médicos, que ejercen en la privada y la publica. La responsabilidad de lo que hagan los obreros en el piso es siempre del propietario.
Se les ha dicho que el tipo de obra y la forma de ejecutarla nos estaba provocando un estado de ansiedad insoportable y la contestación de la doctora es "que no será para tanto". Desde ese momento a la doctora la clasifico como miserable y mala medico sin la sensibilidad necesaria apara ejercer como tal.
Esta doctora M.I.M.G. que es con quien he hablado, se ha situado en el peor estadio de la clasificación. Es una miserable que no merece ninguna consideración ni como persona ni como medico.
La contestación de la doctora M.I.M.G. es igual de miserable que la dada por el medico del SUMMA .
El SUMMA 112, como admitía ayer la Comunidad de Madrid a este diario, había confundido dos llamadas por insuficiencia respiratoria. A Beatriz le tocó la peor parte: creyeron que su madre era la otra, la enferma terminal, y 13 minutos después ni siquiera le habían mandado a nadie.
No sólo eso: la regañaban por insistir, por llamar de nuevo. «Era como si me dijeran: 'No moleste, su madre se está muriendo, ¿qué puedo hacer yo?'. Cosa que, por otro lado, me parece la leche: ¿aunque la persona esté en paliativos, ¿no le mandan a nadie? Como está en paliativos, ¿que se muera?» dice ella.
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