DUELO A GARROTAZOS Y ALMEIDA
CASADO ODIA Y TEME AYUSO. AYUSO QUIERE EL PUESTO DE CASADO
Génova sopesa impulsar a Almeida como candidato a presidir el PP de Madrid ante la “deslealtad” de Ayuso con Casado
Los cuchillos están afilados. “La guerra es total, a muerte”, describe un veterano dirigente del Partido Popular ya retirado de la política, pero con información sobre lo que se cuece de puertas adentro. La batalla por el control del PP de Madrid entre la dirección nacional y la de la comunidad, con sede en la Puerta del Sol, se ha ido enredando hasta llegar a un choque de trenes de consecuencias impredecibles. En Génova el enfado es mayúsculo con Isabel Díaz Ayuso. Se acusa a la presidenta madrileña de actuar con “deslealtad” ante el líder del partido, Pablo Casado, y de “traspasar líneas rojas” por los movimientos de los últimos días: su equipo llegó a atribuir a la cúpula maniobras “ilegales” para controlar la formación en Madrid. El conflicto ha escalado hasta tal punto que todas las opciones están encima de la mesa. La cúpula baraja impulsar al alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, a disputarle a Ayuso la presidencia del PP de Madrid. El regidor guarda sus cartas, pero no lo ha descartado y tomará la decisión cuando se convoque el congreso del partido, aún sin fecha.
En la dirección nacional del PP la lista de agravios con Ayuso es extensa. Todo empieza, relatan, cuando la líder madrileña se saltó la orden de evitar las distracciones sobre la convención nacional del partido de principios de octubre. A punto de terminar el mes de agosto, sin embargo, la Comunidad informó de que Ayuso se postularía para presidir el PP de Madrid, y se abrió la caja de los truenos. En el equipo de la presidenta contraponen que ella solo manifestó su deseo de presentarse después de escuchar durante meses en el partido hablar de la llamada “tercera vía” ―que no fuera ni ella ni el alcalde de la capital― para dirigir el PP madrileño. Pero a partir de ahí, todo fue en cascada: en Génova molestó el viaje de la líder madrileña a Estados Unidos la semana de la convención, que intentó “tapar” la cita, se quejan, apareciendo todos los días en la prensa nacional. Después trascendió que la presidenta tenía bloqueado al secretario general, Teodoro García Egea, en WhatsApp, y el equipo de la sede popular de la Puerta del Sol denunció que la dirección nacional estaba realizando maniobras irregulares para controlar el partido a sus espaldas, como publicó EL PAÍS. El pasado viernes, la junta directiva regional vivió una discusión entre partidarios de Ayuso y de Génova sobre la fecha del congreso del PP madrileño, que también enfrenta a las dos partes. La relación se ha deteriorado tanto que la dirección nacional sopesa promover al alcalde como alternativa a Ayuso en el cónclave, que no se adelantará como quería la presidenta.
El alcalde de la capital no ha desvelado aún sus intenciones, pero ha pasado de renunciar a la batalla por liderar la organización —“no entra en mis planes presentarme a presidente del PP de Madrid”, dijo en abril— a dejar la puerta abierta —“las decisiones que tenga que tomar serán en el momento que correspondan, que es cuando se convoque el congreso”, dijo este martes—. Hasta ahora, Almeida ha actuado alineado con la dirección nacional, y según fuentes de su entorno está a la expectativa de lo que decida Génova. En principio, hará lo que le pida Casado que haga.
Llegados a este punto, quizá de no retorno, en el PP muchos cuadros creen que la única forma de evitar el choque sería una conversación entre Casado y Ayuso. Pero de momento no se prevé esa posibilidad. “No está prevista una reunión entre ambos, lo que no quiere decir que no pueda producirse”, transmite una fuente de la confianza de la presidenta de Madrid. En el círculo del presidente popular recuerdan que Casado ha “delegado” en el secretario general esta cuestión. Y la relación entre los dos líderes está muy tocada. “Eran muy amigos, y algunos están intentando romper esa amistad”, reconoce una fuente de Génova. “No sé si lo han conseguido”.
"Bastante carajal tengo con lo mío". Estas fueron las palabras de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, antes de entrar a la sede de Génova el pasado viernes. Le preguntaban por la sentencia de la Audiencia Nacional que condenaba al Partido Popular (PP) por pagar las obras de ese edificio con dinero negro. Pero ese "carajal", que se había reavivado los días previos es ya una guerra total. Y el partido que preside Pablo Casado ya no la puede esconder tras los últimos acontecimientos, especialmente por una sucesión de filtraciones, bloqueos de Whatsapp y amenazas judiciales aireadas sin parar.
El viernes era una cita clave en la crisis interna. No tanto en lo formal sino en lo simbólico, en lo político. El ambiente se había calentando en los medios de comunicación, llegando a publicarse incluso que dirigentes "ayusistas" recurrirían a los tribunales para que el Congreso madrileño se adelante en las fechas que ellos pretenden. Ayuso quiere que se haga cuanto antes y la Junta Directiva nacional, nombrada por la dirección de Génova, se mantiene en la posición
Lejos de calmar los ánimos, la cita del viernes desencadenó un carrusel de informaciones de uno y otro lado. Llamativas fueron las referidas a los bloqueos y desbloqueos de Whatsapp por parte de la presidenta madrileña hacia miembros destacados de la dirección nacional como Teodoro García Egea. Ayuso se había presentado formalmente ante la dirección regional como candidata de "unidad".
Pero nada más lejos de la realidad. "Es increíble que una presidenta regional tenga a gente bloqueada así, especialmente al secretario general. Luego viene con lo de la unidad...", señala a Público una persona del partido cercana a la dirección nacional, reflejando el sentimiento de Génova. "Creo que son más de 15 personas", añaden las mismas fuentes. Desde el entorno de Ayuso han querido rebajar la importancia del asunto y se han escudado en que tiene dos móviles, uno sólo para las personas de su confianza. "Discusiones de patio de colegio", dijo Ayuso públicamente sobre el tema.
Mientras que los ayusistas se aferran a los estatutos y las leyes internas para adelantar el cónclave. Una nueva filtración en La Razón lo volvió a poner de manifiesto este fin de semana. Pero en Génova no parece que vayan a cambiar de opinión. Y restan importancia a una posible demanda. "No va a quedar en nada", señalan fuentes consultadas por este diario. En este sentido, Ayuso dijo de forma pública que "acataría" la fecha del Congreso. En su sector, en todo caso, no han tirado la toalla definitivamente.
Este mismo martes, la dirección nacional de Génova, o al menos un sector afín a ella en la disputa, contratacaba con un mensaje casi idéntico en medios como La Razón o ABC. Según estas informaciones, la dirección nacional está dispuesta a impedir que Ayuso lidere el partido. Se basan en considerar inaceptable el "desafío" de la presidenta a Casado y su entorno. La batalla mediática está servida y no parece tener marcha atrás.
En el entorno de la presidenta consideran "si lideras una papeleta, lo lógico que es te responsabilices". Y no entienden por qué los meses antes de septiembre se habían pronunciado diferentes dirigentes sobre el liderazgo de Ayuso con total normalidad. De hecho, el propio García Egea mostró en Junio en una entrevista realizada en TVE su apoyo. "Si yo fuera afiliado lógicamente mi total apoyo a la presidenta Isabel Díaz Ayuso, que ha demostrado que trabajar con firmeza y trabajar por las personas en su santo y seña", dijo entonces.
Pero todo cambió a partir de septiembre, dicen fuentes cercanas a la presidenta madrileña. Y la guerra no parece tener fin. La Junta Directiva celebrada el viernes fue un buen ejemplo. Según las fuentes consultadas, hubo división de opiniones en torno a la fecha del Congreso. Pero desde el ayusismo consideran que Pío García Escudero, presidente de la gestora, quiso decantar la balanza cortando algunas intervenciones en favor del adelanto del cónclave por "repetitivas". En este sentido, una nueva filtración destapó una consigna de la dirección regional para que los integrantes afines a ella se animaran a intervenir defendiendo los plazos marcados en Génova.
A mediados de mes el conflicto llegó a uno de sus puntos álgidos con una entrevista de la expresidenta Esperanza Aguirre insultando a algunos afines a Casado. Después, García Egea recordó la corrupción durante su mandato. Y desde entonces, hasta hoy, con una Convención Nacional que escenificó una aparente tregua que duró bastante poco.
LOS CHIQUILICUATRES DE CASADO CONTRA LA DOMINATRIX DE AYUSO ESPERANZA AGUIRRE TOMA PARTIDO POR LA DOMINATRIX AYUSO
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