domingo, 7 de noviembre de 2021

CASADO NO QUIERE MEJORAR LAS PENSIONES. ¿POR QUÉ? LOS PLANES DE PENSIONES DE LOS BANCOS...

 


CASADO EN "BUENA COMPAÑÍA" Y ASÍ LE VA QUE NO SALE DE UNA Y SE METE EN OTRA CADA VEZ PEOR


¿Por qué Casado no quiere mejorar las pensiones?


Casado insiste en que está en contra de la revalorización de las pensiones de acuerdo al IPC y asegura que si llega al Gobierno derogará la actual Reforma de las pensiones a pesar de que ha sido acordada con empresarios y sindicatos. Dice que la suya “era la buena”.

Pero ¿la reforma del PP era la buena? ¿Subir las pensiones sólo un 0,25%, sólo 1 euro al mes, era lo bueno? ¿Qué nuestros mayores perdiesen poder adquisitivo cada año esto era lo adecuado? ¿De verdad Sr. Casado?

Ya se le ha olvidado al líder del PP que en 2014, 2015, 2016 y 2017 las pensiones sólo subieron un 0,25% al año, mientras la inflación acumulada en el mismo periodo fue de un 3% según los datos del INE. Ello provocó que un millón y medio de jubilados sufrieran riesgo de pobreza tras la Reforma de pensiones del PP. ¿Este es su modelo Sr. Casado? ¿Esto era lo bueno?

Pero no quiero olvidarme tampoco de que fue un Gobierno del PP quien se cargó el Fondo de Reserva de las pensiones, sacaron 74.437 millones de la hucha de las pensiones entre 2012 y 2017 y la dejaron casi vacía, la vaciaron en un 90%. ¿Ya no se acuerda el líder del PP de esto?

También es importante recordar cómo un Gobierno del PP implantó por primera vez el copago de los medicamentos a los pensionistas, lo que supuso un gasto para ellos que rondaba los 500 millones de euros.

Y a todo ello hay que añadir que el PP retiró más de 400 medicamentos del Sistema Nacional de Salud, a pesar de que eran adquiridos fundamentalmente por nuestros mayores y cuyos precios llegaron a triplicarse, lo que hizo tambalear su economía.

Aún recuerdo una mujer mayor malagueña que en aquellos días me explicaba que un simple resfriado le costaba 50 euros en medicinas que antes no tenía que pagar y ahora con el PP sí; y que con una pensión de 600 euros como la suya, un constipado marcaba la diferencia entre llegar o no llegar a fin de mes. ¿Esto es lo bueno Sr. Casado?

Pero todo ello cambió radicalmente con la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno. En 2018 las pensiones subieron un 1,6% y un 3% las mínimas. En 2020 se aprobó otra subida de las pensiones, en este caso del 0,9 las pensiones y para el próximo año subirán en torno a un 2,2% y las mínimas un 3%. ¿Esto es lo que no le gusta a Casado? ¿No le gusta que ahora las pensiones suban entre 6 y 12 veces más que con el PP?

Ahora este Gobierno progresista ha presentado una Reforma de las pensiones que supone un cambio radical respecto a la última reforma de 2013 impuesta por el PP, en primer lugar porque tras 10 años se ha conseguido recuperar el consenso en un sistema catalizador de la cohesión social como es el sistema de pensiones y en segundo lugar porque se recupera  el IPC anual como índice de revalorización. ¿Esto es lo que no le parece bien a Casado?

Por otro lado, ha sido el Presidente Pedro Sánchez quien ha cumplido su compromiso de eliminar el copago farmacéutico para más de 6 millones de personas, entre ellas para aquellos pensionistas con rentas inferiores a 5.635 euros anuales o 11.200 en el caso de que no estén obligados a presentar declaración por el IRPF.

Por último destacar que este Gobierno también ha bajado el precio de 1.300 medicamentos, una medida fundamental para muchas familias en general y particularmente para nuestros mayores.

¿Por qué a Casado no quiere mejorar las pensiones? Quizás la respuesta sea porque quiere que algunos hagan negocio con los planes de pensiones privados, aunque ello suponga que buena parte de las personas con pensiones bajas no puedan llegar a fin de mes como pasó con Rajoy. Los socialistas nunca vamos a compartir este planteamiento, defendemos una recuperación justa, con pensiones dignas para nuestros mayores donde nunca pierdan poder adquisitivo.

Somos más de nueve millones de pensionistas. No consintamos que Casado llegue a la Moncloa o nos volverán a arruinar las pensiones publicas en beneficio de las privadas.

A España le va bien, a Casado le va mal

Un 88,5% de la ciudadanía en España ya tiene las dos dosis de la vacuna contra la COVID-19, en una campaña de vacunación sin precedentes y cuyos resultados nos sitúan como pioneros en el mundo. Y con ello, poco a poco las restricciones van desapareciendo y la economía vuelve a la normalidad, acompañada de las medidas de un gobierno, el del presidente Pedro Sánchez, que se ha tomado muy seriamente lo que algunos tachaban de eslogan, “No dejar a nadie atrás”, en la salida de esta crisis sanitaria, social y económica.

No, no era propaganda. Era la voluntad y el compromiso del ejecutivo de izquierdas de afrontar la pandemia y las dificultades que nos deja, con una perspectiva distinta a la de las recetas austericidas para afrontar la crisis financiera de 2008. De ahí, la gran apuesta para evitar los despidos masivos y el cierre de empresas con los ERTE, que supone un enorme desembolso de dinero público. De ahí, las medidas para que los más vulnerables puedan salir adelante y tengan oportunidades para forjarse una vida digna y plena como cualquier otro. Blindar las pensiones de nuestros mayores, políticas inéditas para garantizar un presente y futuro para las y los jóvenes, ayudas a las empresas y a los autónomos para poder tirar adelante, o priorizar en general los servicios públicos que en los últimos tiempos se han demostrado imprescindibles para cualquier sociedad justa, avanzada y próspera. Todo ello, bien distinto de esa etapa post crisis financiera de 2008 en la que el PP decidió apostar por la austeridad y los recortes mientras la brecha entre ricos y pobres no dejaba de crecer.

Es ese mismo PP al que parece no gustarle nada de lo que haga el Gobierno de Sánchez. Del primer partido de la oposición y aspirante a ser alternativa de gobierno cabe esperar que en momentos difíciles arrime el hombro en al menos aquellos temas más urgentes e imprescindibles para nuestra gente. Pero no ha sido esa la estrategia del primer partido de la oposición, liderado por un Pablo Casado más pendiente de sus socios de la ultraderecha que de los intereses de la mayoría de españolas y españoles. El PP de Casado predijo que se tardarían años en llegar a los niveles de vacunación que hoy ya tenemos en España. Se equivocaron. Predijeron también que la crisis post COVID-19 dejaría un país trinchado que no sería capaz de recuperarse. “España en quiebra”, decía Casado. Se equivocaron también, viendo las buenas perspectivas económicas de nuestro país o incluso datos sorprendentes como que este octubre desciende el paro, algo nunca visto en este mes durante los 46 años en los que se lleva haciendo el cálculo. Si, España avanza en prosperidad, justicia e igualdad a pesar del PP y de sus apocalípticas previsiones. Y por desgracia, parece ser que cada buena noticia para nuestro país acaba siendo una mala noticia para el PP. Y cuando eso ocurre, resulta evidente que los de Casado deberían hacer una reflexión urgente.

CASADO DICE : "ESPAÑA, ANTES ARRUINADA QUE EN MANOS DE SÁNCHEZ" COMO DIJO FRANCO "ANTES ROTA QUE ROJA. HAN MAMADO LA MISMA  LECHE. ¡LA MADRE QUE LOS PARIÓ!


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