MARTÍN VILLA RECIBIO MEDALLAS Y HONORES PESE A SUS CRIMENES
Óscar Alzaga, diputado en la legislatura constituyente, en la que fue portavoz de UCD en la Comisión Constitucional, abre sus memorias relatando la quema de documentos y archivos franquistas en diciembre de 1977 en pleno centro de Madrid, por orden del Ministro Rodolfo Martín Villa.
"Que Martín Villa ordenara la quema de los archivos fue un disparate, pero un disparate no personal del ministro del Interior, sino compartido por el presidente Suárez. Fue un drama", afirma Alzaga en una entrevista con el diario.
Hace una semana la jueza argentina María Servini procesó Martín Villa por cuatro homicidios ocurridos en 1976 y 1978; en el desalojo de una asamblea de trabajadores en Vitoria (País Vasco), y en los disparos de la policía en los Sanfermines de 1978 en Pamplona. El ex ministro ha recurrido ante la Cámara Federal de Apelaciones argentina el acto de su procesamiento.
"Yo siempre he echado de menos que la Transición se estudiase con rigor histórico", cuenta en una charla con Cordópolis antes de la presentación de su libro. Alzaga recuerda que España ha sido "el único país de Europa donde se ha salido de una etapa de represión quemando todos los archivos (...) se destruyen todos los archivos policiales, de la Guardia Civil, los seguimientos que se hacían, sobre las actividades de la oposición. Todo eso eran millones y millones de documentos que, en Italia, Alemania y Portugal, se han conservado" tras los regímenes totalitarios en estos países.
"¿Por qué se hizo aquí? Para no tener que dar explicaciones reales de cómo se estuvo privando de derechos fundamentales a las personas y para reconvertirse, continuar y poder decir que eran demócratas de toda la vida", argumenta.
Ante tal circunstancia, "ante la falta de documentación", la principal tarea de Óscar Alzaga para alumbrar este libro ha sido la búsqueda de documentos sobre la Transición en archivos privados y "en la prensa extranjera que detallaba lo que aquí ocurría" en aquellos años. Por eso, cuenta, "este es el primer libro en el que se explica lo que hizo la oposición para recuperar la democracia".
La quema de los archivos me recuerda a los nazis en su huida quemando los papeles que le incriminaban en el genocidio de seis millones de judíos.
Martín Villa ha sido siempre un falangista, desde que fue jefe nacional del SEU, sindicato falangista de estudiantes, hasta hoy no se ha bajado del coche oficial.
Es un miserable cobarde con muertos a sus espaldas.
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