LE VA LA MARCHA Y EL RIESGO. LE PIDEN TREINTA AÑOS DE CÁRCEL |
La magistrada María del Pilar Martínez Gamo ordenó hace dos semanas abrir juicio oral contra Gómez Iglesias por dos causas incluidas en la macroinvestigación contra El Pequeño Nicolás. Según consta en los autos, la juez considera que existen indicios suficientes para sentarle en el banquillo, en estos casos, por hacerse pasar por un asesor del Gobierno para estafar a un empresario de Toledo y por crear una red para obtener información confidencial de las bases de datos policiales. Solo en estas dos pesquisas, el ministerio público le pide un total de 15 años y 9 meses de cárcel y se le imputan delitos de usurpación de funciones públicas, falsedad en documento oficial, estafa, integración en grupo criminal, descubrimiento y revelación de secretos, cohecho activo y cohecho pasivo.
No es ninguna broma lo que le puede caer al "pequeño Nicolas". Ya va siendo hora que crezca mentalmente. Claro que se ha aprendido muy bien el truco. Se hace presidente de un partido político y como tal se identifica ante la Policía y pide protección porque va a Barcelona. La policía se pone en lo peor y le protege. El "pequeño Nicolas" ha conseguido su objetivo: salir en la prensa cuando le increpaban.
Me da que no ha medido bien sus fuerzas y, según le diagnostican sufre un trastorno mixto de personalidad narcisista de carácter grave que provoca que distorsione la realidad. Que viene a ser: "creerse sus fantasías y mentiras disparatadas". Estaba próximo al PP y ahí empezó su carrera dislocada. Se dio cuenta de los fácil que era engañar a la gente diciéndoles que venían del PP. Con el PP en el Gobierno, claro.
Lo realmente preocupante es que un niñato con cara de niñato sin oficio ni beneficio organice esos saraos en los que metía a la Casa Real, el CNI y dormía la siesta con Arturo Fernandez vicepresidente de la CEOE y presidente de la Confederación Empresarial de Madrid-CEOE. Esto ultimo con fotos y reconocido por el propio Arturo Fernandez.
Ahora parece que le pintan bastos en la justicia. ¡Qué facil es engañar a los incautos por las apariencias. En tiempos del franquismo la policía secreta llevaba la chapa en las solapas de las chaquetas, los solapas se les llamaba. En una capital de provincia un paisano se acercaba a la puerta del cine y hacia un gesto como de enseñar la solapa, daba a entender que era "un solapa" el portero le dejaba pasar y le acompañaba a la butaca de la policía. Y así lo iba haciendo hasta que un día fue al cine el "solapa de verdad". El portero le dijo "ya ha venido su compañero". Identificaron al supuesto solapa y la explicación fue:"yo llevo una galleta en el bolsillo superior de la chaqueta y me acerco al portero y hago el gesto de sacarme la galleta, si me dejan pasar me la como dentro y si no, me la como fuera". Somos mucho más crédulos de lo que debiéramos, hay demasiado trilero en la vida con la intención de engañarnos. Ojo a las carteras que en Navidad hay peligro.
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