martes, 12 de septiembre de 2017

VAMOS A CONTAR MENTIRAS. TRALARÁ LARA

En mi infancia los niños cantábamos esta canción que nos resultaba divertida. Ya no somos niños y nos siguen contando mentiras como si fueran verdades. Pero son mentiras y, muy gordas.
Cuando el Banco Central Europeo nos dio el crédito para rescatar a la Banca, los miembros del Gobierno como Luis de Guindos, Montoro, Soraya la vicepresidenta y  hasta el mismísimo Rajoy "en carne mortal" que no en "plasma" nos afirmaron que "el préstamo no nos iba a costar a los españoles ni una gorda". Hasta el lameculos de Rajoy, el que atiende por Marhuenda, se mojó y afirmó "por la salvación de su alma pecadora" que no se consideraba como  "deuda". ¡Toma del frasco, Carrasco!.
Analicemos, que diría Paco Frutos, del que ya nadie se acuerda: el Banco de España nos dice ahora que se consideran perdidos más de 40.000 millones de euros de los prestados a la Banca. Vamos, , que 40.000 millones no los volveremos a ver nunca más. Y es una pasta gansa de verdad.
Uno lee esto y dice, unos improperios irreproducibles, y al final le sale un hilillo de voz del que se deduce "estos cabrones nos han mentido como miserables". Y, digo yo, "¿dónde se reclama y a quien de las mentiras de estos cabrones?". Y una voz muy lejana me dice "eso te pasa por fiarte de esta gentuza, so gilipollas".
Ahora, algunas televisiones o radios, reproducen los dicho por los "mentirosos", <pero como el que oye llover>. Aquí no sale nadie y dice algo parecido a "perdonen las hostias y los bombazos, pero estábamos obcecaos". Como diría el Mc. Macarra. 
Los ministros responsables de la economía, el  presidente y su "jardinera fiel", que manda mucho, nos mintieron y nos engañaron como a tontos. ¡Y, siguen tan "ternes"!. 
Estos miserables, sí, miserables porque nos mintieron y se "ciscaron" (hoy estoy muy fino) en nosotros, los paganos, los que pagamos con nuestros impuestos, sus mentiras. Porque nos han convertido en una manada de borregos que "huérfanos de ideario solo vamos al sálvese el que pueda".
En la dictadura franquista, en las charlas de arreglar el mundo, terminábamos siempre con "en una democracia formal estas cosas no pasaran". Eramos unos ilusos, no sabíamos de que pasta están hechos los políticos.
En la canción de niños decíamos menos mentiras que las que dicen los políticos. 
RAJOY Y SUS PALMEROS, MENTIROSOS Y MISERABLES.

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