CARME FORCADELL, LA DESVERGÜENZA EN ESTADO PURO |
Los modos y maneras de Carme Forcadell en la tramitación de la Ley de Desconesión de Catalunya con el Estado Español, harían palidecer de envidia a los fieles venezolanos de Maduro. Ha sido de tal grado de descaro y servilismo al Puigdemont que sólo algunos separatistas la defienden. Los babosos irredentos.
Miércoles. Reunión a puerta cerrada de la Junta de Portavoces del Parlament. Junts pel Sí y la CUP ya han cambiado el orden del día para poder aprobar la Ley del Referéndum. Antoni Bayona, letrado mayor, pide la palabra. En el órgano ya reina la tensión, ante el propósito de los independentistas de aprobar, sin trámites parlamentarios y obviando las peticiones de la oposición, la normativa. Bayona avisa del incumplimiento que supone no permitir a la oposición pedir un dictamen al Consejo de Garantías Estatutarias. Carme Forcadell, presidenta del Parlament, lo mira fijamente unos segundos. Sin palabras. Frialdad. Enfado. No le permite explicarse. Los representantes de los partidos asisten perplejos ante lo que está sucediendo.
Para ello contó con la ayuda de una fichas de cartón, escritas en el ordenador, en las que se le explicaba cómo tenía que proceder y actuar ante diferentes peticiones de los grupos parlamentarios que tuvieran como objeto retrasar o impedir la aprobación de la ley. Este aleccionamiento para obviar los derechos de los diputados fue su salvavidas en varios momentos. Cuando estaba «con dudas, nerviosa, perdida, desorientada, sin saber qué hacer. Entonces buscaba las cartulinas».
Una de las mayores maniobras lideradas por Forcadell fue la publicación en el Boletín Oficial del Parlamento de Cataluña (BOPC) de la Ley del Referéndum. El secretario general, Xavier Muro, se negó a firmarla y dio orden a todos los funcionarios de no firmar. Sin su firma no se podía publicar. Cuando preguntaron, él se encogió de hombros y Forcadell respondió: «Lo hemos hecho nosotros». Se hizo desde su propio ordenador.
Este "proces" ha tenido más trampas que una película de chinos. El pueblo catalán no se merece semejante "bajeza". La Democracia ha sido pisoteada. Los que tengan las "pezuñas" manchadas de barro, serán los responsables de lo que venga.
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