La desesperación lleva a ponerse en manos de cualquier desaprensivo.
Cuando estas muy enfermo y no ves salida a tu mal, te pones en manos de cualquier desaprensivo que te remata. Yo he conocido un caso muy clásico: Una mujer joven es diagnosticada de cáncer, empieza un tratamiento y no aprecia mejora significativa. Se pone en manos de un curandero que, 'con un pico de oro' la convence de que "toda la medicina es un fraude en manos de los laboratorios farmacéuticos". Y que él la va curar con su método. Lo primero que la dice es "no es un tratamiento barato" pero es eficaz. Cobra en la mano y con efectivo para no dejar rastro. La suministra una capsulas, que se las cobra religiosamente, y cada semana la vuelve a ver. Un día la dice " te vas a hacer unas radiografías en este sitio". Las radiografías se las mandan a él. En la visita le enseña una radiografías completamente limpias de tumores. Ella se lo cree y sigue con el tratamiento. Al cabo de unos meses me encuentro al marido y me dice "se ha muerto mi mujer". No quiero entrar en detalles, pero deduzco que todo ha sido una patraña para sacarles el dinero.
Hemos visto en vivo y en directo en la televisión los fraudes de sanadores o sanadoras que en nombre de un santo hacían curas milagrosas. Todas era un fraude. Durante años asistí a múltiples 'tocadores de huesos', todos unos golfos sin ninguna base científica y. solo contando con el efecto placebo. Algunos eran un 'supermercado del fraude de los masajes', tenían a una persona para llevar el control de citas, todo se pagaba en 'crudo y sin recibo'. En Galicia una 'toca huesos" tenía colas de tres días de espera. Construyeron un edificio junto a la 'clínica' para que la gente se alojara mientra esperaban.
Otros cuentistas peligrosos son los 'dietistas aficionados'. Hago hincapié en lo de 'aficionados'. Los profesionales merecen todos los espetos. Pero los golfos gurús de tendencias pseudo religiosas no merecen ningún respeto. Son unos charlatanes embaucadores que siempre lo ha habido y habrá.
Una conocida, me contaba que una hermana suya, que había sido guitarrista de Chavela Vargas, en el ocaso de su vida se había especializado en técnicas sanadoras por la comida y la relajación. Lo más curioso del caso es que sacaba más dinero que su hermana que era docente. A base de comer verduras y mucha relajación se cura todo. Siempre que no tengas nada grave. No hay evidencia científica que diga que un pulmón dañado se cure con el puré y la siesta.
Ojo, la desesperación conduce a cualquier golfo. Siempre los ha habido y los habrá.
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