A la policía y a sus mandos, desde el ministro del Interior para abajo, no les gusta que se informe de sus actuaciones. Para eso cuentan con la cobertura de la Justicia, vean sino lo que digo: día 29 de octubre de 2014, final de la manifestación Jaque al Rey. Todo transcurría con relativa calma hasta que se prendió la chispa. Un rifirrafe entre un agente y un ciudadano provoca que el segundo salga corriendo por miedo a sufrir un golpe. Varios agentes de antidisturbios salen detrás. También los fotoperiodistas. Los agentes de la UIP golpean a todo aquel que se acerca y graba los hechos. Hay imágenes de hasta ocho puntos diferentes."Claro que los agentes antidisturbios que nos golpearon sabían que éramos periodistas. Ellos saben quiénes somos y nosotros sabemos quiénes son ellos. Además la agresión fue al final de la manifestación, cuando ya llevábamos dos horas allí, nos habían identificado y todos llevábamos acreditación de prensa", denuncia el fotoperiodista Gabriel Pecot, que considera que es "imposible de creer" que los policías no supieran que eran fotoperiodistas. "Creo que se trata de un recurso para descargarse de responsabilidades", dice Pecot.
La opinión de Pecot es compartida por Robles. Este fotoperiodista freelance recuerda, además, cómo al día siguiente un alto mando policial, cercano a la UIP, se acercó a él y le preguntó si era Juan Ramón Robles, le aseguró que seguía sus vídeos de cerca y que estaban "muy bien". "Nos tenían fichadísimos. La agresión policial fue una represalia por nuestro trabajo periodístico", denuncia Robles.
"Sensación de indefensión e impunidad"
La sensación de ambos al conocer el auto de la Audiencia Provincial de Madrid, exculpatorio de los policías, ha sido la de la "indefensión". Fueron conscientes de que en aquel momento les estaban pegando por ser periodistas y por filmar en cada manifestación la actuación de los agentes de la UIP y fueron conscientes de que en aquel momento el derecho a la libertad de información había sido quebrado. Esperaban, entonces, que la Justicia reparara esta situación. Error. La justicia está al servicio del Gobierno, sin duda.
Los dos fotoperiodistas pronto comenzaron a sospechar que no sería así. La denuncia fue archivada en un inicio y tras el recurso fue reabierta, pero ya no se acusaba a los policías agresores de un delito sino de una falta de lesiones. Después sólo se pudo identificar a uno de los agentes ya que ninguno llevaba la identificación visible, tal y como marca la Ley, y, además, los mandos policiales mostraron "una nula colaboración" para identificar a los responsables. Como siempre el corporativismo está por encima de la Ley "Esos señores que nos pegaron siguen ejerciendo su trabajo como si no hubiera pasado nada. Eso provoca una sensación de indefensión e impunidad", denuncia Robles y la Justicia ha quedado desacreditada una vez más cuando está la policia po medio. Esto es lo más parecido a un Estado policial. Ley Mordaza al canto.
LA VERGÜENZA DE LA IMPUNIDAD POLICIAL NOS EQUIPARA CON LA DICTADURA FRANQUISTA. DONDE LOS MANIFESTANTES VOLABAN Y LA POLICÍA DISPARABA AL AIRE Y CLARO LOS MATABAN. AHORA TE SACAN UN OJO O TE MEDIO MATAN CON PELOTAS DE GOMA Y "NO HA SIDO NADIE", Y LA FISCALIA MIRANDO PARA OTRO LADO Y LOS JUECES HACIÉNDOSE LOS SORDOS. UNA VERGÜENZA MÁS.
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