El fiscal jefe Anticorrupción Moix demuestra demasiado interés en exculpar a los del PP.
Un fiscal se tiene que guiar por el principio de "legalidad". Moix expulsó (lo pidió) de la carrera al juez Elpidio. Bloqueó los correos particulares de Miguel Blesa., que luego los pidió el juez Andreu. Todo en un afan de protección de Miguel Blesa, un sujeto que tomó como suya Bankia y la saqueó hasta tener que ser "salvada" por todos los españoles. 21.000 millones de euros nos ha costado. La bodega de uso particular del tal Blesa que tenía en Bankia haría palidecer de envidia a mucho afamados sumiller. El tal Blesa, tenía a su disposición botellas de a 1000 euros la pieza, muchas por cierto. El mozo tiene buen paladar, o es un hortera de la hostia.
El fiscal Moix a querido proteger a Ignacio Gonzalez en el caso Lezo y se le han visto las desvergüenzas. En las conversaciones entre Zaplana y Gonzalez se chalaneaban el nombramiento de Moix porque era uno de los nuestros. Esto se deduce del interés en colocarlo en la fiscalia Anticorrupción por unos personajes afectados por la corrupción.
Esto lo vemos en una película de la mafia y nos parece normal, ¡pues es España, y los presuntos corruptos han gobernado Madrid!.
Moix no ha tenido ni la prudencia de la espera. Le colocaron en el puesto y empezó a actuar. Tan groseramente que se le reveló el Consejo Fiscal. Suficiente para sentirse desautorizado y marcharse. Pero no, no se va e insiste en su maniobra. ¡Coño, para esto me han puesto aquí!. Diría Moix.
En el PP están acojonados que el señorito Gonzalez largue por venganza al sentirse solo, fané y descangallado. Preguntó si el agua del grifo era potable, "es del Canal" le dijeron. Hace falta ser macarra y gilipollas. Es un riesgo que les da pánico, que Gonzalez tire de la manta. ¡Pues que tire, qué coño!, que ya estamos hartos de tanto chorizo con sueldo oficial.
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