El presidente de los empresarios la CEOE, Joan Rossell,, se ha descolgado con unas manifestaciones que son muy propias de un cavernario y que le definen perfectamente, ha dicho "¡la incorporación definitiva de la mujer
al trabajo supone un problema para que haya empleo para todos¡. Lo dice sin un despeine, con toda la naturalidad del mundo. Mire usted señor Rossell, esto que ha dicho por su boquita es una indecencia y califica a quien lo dice. Si usted representa a los empresarios, y así será porque le han elegido, como a : Arturo Fernandez, Gerardo Díaz Ferran, por ejemplo, es como mirarlos desde lejos y con pinzas. Son unos principios machistas y medievales que le definen a quien lo dice como un miserable. No nos cogen por sorpresa viniendo de donde vienen. Su antecesor, que está en la cárcel por golfo, con sentencia firme, nos dijo aquello tan sonado de : "para salir de la crisis no hay más remedio que trabajar más y ganar menos". Hoy está en la cárcel por ladrón. Señor Rossell, si le queda algo de vergüenza pida perdón y márchese. Ya sabemos que es su espontaneidad la que le traiciona, pero ya sabe que es la espontaneidad lo que define la condición de la persona.
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