EL PSOE DIJO "NUNCA JAMAS A PACTAR CON LOS INDEPENDENTISTAS" Y AHORA DICE "VEREMOS"

El Comité Federal del PSOE prohibió tajantemente a Pedro Sánchez, que iniciara contactos con los independentistas. No que pactara, no, que no se viera con ellos.

Algunos barones, como Rodriguez Ibarra amenazaron con irse del partido. Otros como Corcuera, el de la patada en la puerta, hicieron otro tanto. A todos les dieron cancha en las tertulias de la caverna. Nada con los independentistas, antes la ruina. Y la ruina ha llegado. Ahora el PSOE se postula como socio del PNV para gobernar en Euskadi. No descartan que figure el termino Nación para Euskadi en el futuro Estatuto Vasco. Resulta, cuando menos chocante que a Pedro Sánchez le negaran el pan y la sal para un posible Gobierno con el apoyo de los mismos independentistas con los que ahora, y sin el menor rubor se dan un abrazo fraternal.

El PSOE ha sido siempre un  partido poco de fiar, veamos :dijo OTAN de entrada NO, y luego dijo que había que estar en la OTAN. Eso es un fraude al electorado. Prometió en enseñanza el Cuerpo Único de docentes, luego metió con alevosía y nocturnidad    en la Ley de Reforma de la Función Pública, la  enmienda XV que era una reordenación de cuerpos  Docentes con un único fin <hacer daño a un colectivo que no se había puesto de rodillas delante de ellos> . Y armar tal lio de Cuerpos  y escala que nunca se llego a poner en marcha, solo por joder a un colectivo autónomo

. Estas miserias se las tiré a la cara en unas jornadas que me habían invitado, para ver si yo me vendía como se habían vendido otros. El PSOE en el poder se comportó con la Administración como si fuera su cortijo. Entraron pisando fuerte y que se notara que ellos eran los amos.

Felipe Gonzalez no puede estar sin intrigar. Todo lo que no hizo en el Franquismo, lo quiere hacer ahora que ya tenía que estar jugando al chamelo. En una ocasión  un periodista escribió un articulo para Franco aludiendo a la retirada de De Gaulle <saber retirarse a tiempo>. Pues eso, saber retirarse a tiempos, y de paso ser coherentes, pero por las actuaciones no por las declaraciones.