No sé por qué, el acto de este sábado en Lavapiés me dejó el regusto de que Podemos se está preparando para una repetición electoral. El PSOE maneja encuestas que mejoran sus resultados, se rumorea en los mentideros. Sánchez, apasionado del puenting político, te convoca nuevas elecciones por un quítame allá esas pajas o esas irenes, como ya está demostrado. Tras el relativo fiasco de Sumar en estas generales, Podemos ya tiene otra vez legitimidad para presentarse a unas primarias y conseguir que las brujas de Lavapiés se hagan con el control de la coalición en una inminente llamada a las urnas. Para la izquierda es un riesgo y una tentación. A ver quién carga con el muerto si PP y Vox suman mayoría absoluta, queridas brujas. En tal caso os volverían a quemar, y esta vez con razón.
El cuento es así: Un matrimonio va delante y los dos hijos van detras. Van a comprar una vaca, cuando vendan la leche de la vaca se compraran un burro. Los hijos van detras de los padres y escuchan la conversación. De pronto uno de los hijos se dirije a los padres y les dice: "Carlitos no me deja subir en el burro".
Estos/as de Podemos le han cogido el gusto al coche oficial y a colocar a la panda de inutiles que los/as acompañan.
Lo primero es lo primero y va delante. ¿Estamos? pues eso.
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