LIBRO INCOMODO PARA AYUSO POR SU RESPONSABILIDAD EN LOS MUERTOS DE LA RESIDENCIAS DE TITULARIDAD PUBLICA POR EL PROTOCOLO PARA NO DERIVARLOS A HOSPITALES. <<ESTE YA HA VIVIDO MUCHO, DEJALO AQUI QUE NO TENEMOS SITIO EN LOS HOSPITALES DESMANTELADOS>>
CON UN SISTEMA DE SELECCIÓN PROPIO DE LOS CAMPOS DE EXTERMINIO NAZI LA COMUNIDAD DE MADRID-AYUSO DETERMINÓ QUIEN IBA A UN HOSPITAL Y QUIEN MORIA DE FORMA INDIGNA POR EL COVID-19.
Alberto Reyero
'Morirán de forma indigna': adelanto editorial del libro de Alberto Reyero, exconsejero de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid
El 21 de marzo volví a las oficinas de la Agencia Madrileña de Atención Social (AMAS). Era el tercer sábado consecutivo que lo hacía desde que conocimos el primer fallecimiento en una residencia madrileña porque esas visitas me permitían hablar con el equipo que estaba en primera línea, profundizar en la evolución de la crisis y transmitirles el apoyo del Gobierno en un momento tan difícil.
Esa mañana, el gerente de la AMAS me informó, nada más llegar, de que acababan de recibir un protocolo de Sanidad que les tenía muy preocupados. Era la primera vez que me hablaban de la existencia de un protocolo que, de aplicarse, impediría que muchos de nuestros residentes fuesen atendidos en los hospitales. Le pedí que me lo enseñara. El documento les había llegado adjunto en un correo electrónico enviado por Carlos Mur, el director general de Coordinación Socio-Sanitaria, área dependiente de la Consejería de Sanidad, con el siguiente mensaje:
Asunto: PROTOCOLO DERIVACIÓN HOSPITALES A RESIDENCIAS (GERIATRA REFERENTE)- ATENCIÓN EN RESIDENCIAS
Att./ Directores Gerentes y Directores Médicos de los hospitales de la Comunidad de Madrid
Buenos días a todos,
Con el objeto de racionalizar el abordaje de uno de los principales focos de la emergencia que padecemos: Se adjunta protocolo actualizado para criterios de traslado de pacientes de residencias geriátricas (AMAS y gestión privada), protocolo técnico elaborado por los principales jefes de Geriatría de la Comunidad de Madrid, servicios de Geriatría con especialistas referente constituidos y teléfono de contacto. Además, protocolo de actuación y protección elaborado por el AMAS (Dr. Primitivo Ramos) y listado de recursos (residencias de mayores con sus hospitales de referencia)
Dichas recomendaciones van siendo forzosamente actualizadas según la evolución de la pandemia y del material disponible. En espera de la dotación adecuada de profesionales y EPIS en residencias, debemos ayudarles en el suministro y en los traslados racionales desde los hospitales. El objetivo primordial en este momento es disminuir fallecimientos evitables en determinados centros.
Ruego a los compañeros de la Consejería de Políticas Sociales la difusión del protocolo de actuación a todas las residencias de la red pública y privada.
Muchas gracias a todos por el esfuerzo y la comprensión
Un afectuoso saludo, y mucho ánimo
Además del protocolo de marras, el email contenía otros documentos que no son relevantes ahora, pero que algunos aprovecharían después para confundir. El que nos interesa aquí es el que el correo denominaba “Protocolo actualizado para criterios de traslado de pacientes de residencias geriátricas (AMAS y gestión privada)”. De entre todos esos documentos, este era el único firmado digitalmente por el director general, en concreto a las 16:37 del 20 de marzo, aproximadamente una hora antes de la hora de envío del correo electrónico (más tarde me enteraría de que la primera reunión para elaborar el protocolo se había celebrado el 13 de marzo y de que existía una versión anterior fechada el 18 de marzo).
El nombre completo del documento en cuestión, el famoso protocolo al que dedicaríamos tanto tiempo después, era “Protocolo de coordinación para la atención a pacientes institucionalizados en centros residenciales de la Comunidad de Madrid durante el periodo epidémico ocasionado por el Covid-19”. En él se establecía un objetivo general de carácter muy poco concreto:
Establecer un modelo de coordinación entre los centros residenciales públicos, concertados y privados dependientes de la Consejería de Políticas Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid y Centros Asistenciales dependientes de la Consejería de Sanidad de los hospitales de la Red Sanitaria Pública del Servicio Madrileño de Salud, que permita garantizar una atención a las necesidades de los residentes afectados por el Covid-19 con criterios de calidad, adecuación científico técnica y seguridad.
Donde sí revelaba su verdadera naturaleza era en sus objetivos secundarios, entre los que destacaba el primero de ellos:
Contribuir a la sostenibilidad del Sistema de Salud evitando las graves consecuencias que el colapso del mismo tendría tanto para la población afectada por el Covid-19 como para los pacientes no afectados por el virus y cuya salud debiera sufrir las menores consecuencias posibles de la actual crisis.
Personalmente, creo que en las palabras “sostenibilidad” y “colapso del sistema de salud” se encuentran las verdaderas razones que explican ese documento.
El protocolo abarcaba contenidos tan diversos como la definición de nuevos roles profesionales (geriatra de enlace y coordinador de plazas sociosanitarias) o el material a suministrar a las residencias (equipos de protección individual y medicación). Pero lo que más le preocupaba al gerente era el apartado 5, denominado “desarrollo operativo”, donde se indicaba que, ante la detección de un paciente con sospechas de contagio por Covid-19, habría que proceder de la siguiente manera (subapartado 3):
Valoración, conjuntamente con el geriatra de enlace, de los CRITERIOS DE EXCLUSIÓN DE DERIVACIÓN HOSPITALARIA ANTE UNA INFECCIÓN RESPIRATORIA
- Los protocolos de determinación de PCR diagnóstica serán los que se establezcan en el “Procedimiento de actuación frente a casos de nuevo coronavirus” del Ministerio de Sanidad (última actualización disponible)
- Se procederá a derivar al hospital a los pacientes que no tengan las siguientes características, serían CRITERIOS DE EXCLUSIÓN:
El siguiente subapartado, el número 4, recogía los “criterios de exclusión” que debían aplicarse en los casos en los que no había sospechas de Covid-19 pero sí se presentaba cualquier otra patología. Es decir, pongamos el caso de una persona con un agravamiento de su enfermedad crónica, algo que en circunstancias normales habría supuesto la derivación de la persona afectada:
Valoración, conjuntamente con el geriatra de enlace, de los CRITERIOS DE EXCLUSIÓN DE DERIVACIÓN HOSPITALARIA ANTE OTRA PATOLOGÍA:
NO se derivarán al hospital a los pacientes que cumplan con los siguientes criterios:
Estos protocolos expresaban que un residente que presentase síntomas de Covid-19 o sufriese cualquier otro problema de salud no sería trasladado a un hospital si cumplía alguno de los “criterios de exclusión”. Estos criterios no se aplicaban para las personas que viviesen en sus domicilios y no en una residencia. Es decir, la condición sanitaria de los pacientes no era tan importante como el lugar en el que vivían. Tal cual.
Meses después, el 13 de noviembre de 2020, en la comisión de investigación en la Asamblea, la directora de una residencia de Alcorcón, Lidia Sánchez, explicaría de forma muy sencilla lo que eso significaba:
La Sra. SÁNCHEZ RODRÍGUEZ: De hecho, en uno de los protocolos se habla de... —si me dejan un momento, lo miro— la escala de fragilidad, que un poco viene a decir que, si voy en silla de ruedas —tenga deterioro cognitivo o no lo tenga—, no entro [dentro] de los criterios de derivación, ya sea una derivación por motivos respiratorios, una infección respiratoria, o cualquier otra patología.
Aunque no recuerdo haberlo comentado con el gerente de la AMAS en nuestra conversación del 21 de marzo, en dicho protocolo se establecía también el papel que tendría desde ese momento el geriatra de enlace en la activación del traslado; y lo hacía en su punto 5:
(PROCEDIMIENTO DE DERIVACIÓN):
Será el geriatra de enlace quien activará el traslado al centro hospitalario de referencia o apoyo que considere, traslado consensuado con el médico responsable del paciente (en las residencias que haya).
El matiz estaba en ese adjetivo, “consensuado”. La realidad es que, si el hospital decía que no, quedaban pocas posibilidades de consenso. Encontramos un ejemplo en la declaración, también en la comisión de investigación, en este caso el 4 de diciembre de 2020, de Mirthaines Castro de Ponzo, doctora de una residencia de Griñón que peleó por conseguir la derivación al hospital de un enfermo de su residencia:
La Sra. CASTRO DE PONZO: ...un protocolo lo tienes que cumplir, obviamente, pero en el momento en que tú decides derivar a un residente no tenías la manera de hacerlo.
El Sr. FIGUERA ÁLVAREZ: O sea que se sintió obligada a actuar en función del protocolo.
La Sra. CASTRO DE PONZO: Obviamente, porque yo —voy a citar algo— en una de esas conversaciones le dije al geriatra: mira, lo monto en mi coche y me lo llevo al hospital. Y, bueno, tuve una respuesta, y la respuesta fue: bueno, lo llevas al hospital y se quedará en una silla dos días hasta que pueda ser atendido, porque estamos colapsados.
¿A cuántas de esas personas que, con el tratamiento adecuado, podrían haber superado la enfermedad en un hospital se les negó el acceso? No lo sabemos. Y no lo llegaremos a saber nunca. Pero intuimos que fueron muchas.
Seguimos conversando durante un buen rato en la sede de la AMAS e intenté tranquilizar a mis dos interlocutores. “No os preocupéis. Esto no pude ser. Se lo transmitiré al consejero de Sanidad”.
La mañana del día siguiente, 22 de marzo, envié un email a las 09:06 a Enrique Ruiz Escudero (consejero de Sanidad) y a Carlos Mur (director general de Coordinación Socio-Sanitaria), con copia a Javier Luengo (viceconsejero de Políticas Sociales) y a Miguel Ángel Jiménez (secretario general técnico de Políticas Sociales). No sé qué se me pasaría por la cabeza para escribir ese email a primera hora de la mañana de un domingo. No hay duda de que no había dormido mucho y durante toda la noche le había estado dando muchas vueltas a la cabeza a la conversación que habíamos mantenido sobre el protocolo en la AMAS. Lo primero que hice esa mañana, pues, fue trasladar nuestro desacuerdo a la Consejería de Sanidad en los siguientes términos:
Estimados compañeros,
Os agradezco la elaboración del Protocolo de Coordinación para la atención a pacientes institucionalizados en centros residenciales de la Comunidad de Madrid durante el periodo epidémico ocasionado por el COVID-19, pero me preocupan algunos de los criterios de exclusión de derivación hospitalaria establecidos en el mismo, como los siguientes:
No estoy muy familiarizado con el índice Barthel pero entiendo que su equivalencia con los grados de dependencia puede significar que gran parte de los grados 3 estarían incluidos dentro de las personas excluidas y no hay que olvidar que son uno de los colectivos más numerosos en nuestras residencias de mayores. Si esto ocurriera, tenemos que ser conscientes de que el soporte médico existente en la mayoría de las residencias (en algunas ni eso) está concebido para una situación normal y eso abocaría a que desafortunadamente muchos residentes fallecieran en unas condiciones indignas. Por lo que sería necesario un apoyo sanitario adicional por parte de Sanidad que ahora es muy complicado de obtener.
Si esto lo aplicamos a personas con discapacidad, la situación tiene una componente más grave; en este caso podría ocurrir que personas con discapacidad grave pero buenas expectativas de vida (lesionados medulares, personas con parálisis cerebral, personas con discapacidad intelectual grave, etc.), podrían ser rechazados en esta derivación e incurriríamos en una discriminación de graves consecuencias legales. Por favor, tened en cuenta eso. Además, las residencias de personas con discapacidad no cuentan en su mayoría con soporte sanitario porque en situaciones normales no lo necesitan y son atendidos de manera habitual por su centro de salud más cercano Sin otro particular, recibid un abrazo
Alberto
Como no conseguí hablar con el consejero de Sanidad a lo largo de la mañana, le envié otro email unas horas más tarde, en este caso solo a él, a las 14:18. En este segundo correo, aparte de insistir en la escasez de EPIs y de PCRs, le sugería que considerara dedicar parte de los hoteles medicalizados para el traslado de residentes sin síntomas de las residencias más castigadas por la epidemia y que por sus características pudieran ser reubicados. Pero el objetivo principal de este segundo email seguía siendo insistir en lo que ya había mencionado en el correo enviado a primera hora de la mañana, el protocolo de derivación a hospitales, que nos preocupaba enormemente. Este es el segundo texto enviado:
Buenos días Enrique,
Como estamos teniendo problema para poder hablar, te paso alguna de las cuestiones que me preocupan en relación a las Residencias.
Como he comentado en un email anterior en el que te he puesto en copia, me preocupan las consecuencias de excluir de la derivación hospitalaria a un número importante de nuestros residentes (básicamente los grados 3 de dependencia). Las Residencias son eficaces en la atención social pero la atención sanitaria está concebida para atender el día a día de los residentes, apoyada por el centro de salud más cercano y/o el hospital de referencia; una situación como la actual precisaría de una medicalización de las residencias que solo nos podríais facilitar vosotros o puntualmente las brigadas sanitarias del ejército.
Otra cuestión es la necesidad perentoria y conocida por todos de contar con EPIs y tests de detección rápida del COVID-19. En la actualidad son minoría las residencias con contagiados, pero resulta necesario y urgente proteger aquellas donde todavía no ha entrado. Ya que los familiares no pueden visitarlas en estos momentos, la única vía de entrada serían los trabajadores, por lo que es imprescindible contar con EPIs y tests de diagnóstico rápido con personal para implementarlo en la entrada de estos recursos para impedirlo.
En aquellas Residencias donde el virus ha entrado, la situación es muy complicada y aunque se realicen bien las tareas de aislamiento, no sé si podríamos considerar dedicar parte de los hoteles medicalizados a trasladar a residentes sin síntomas de estas residencias y que por su situación puedan ser trasladados para un mejor aislamiento del virus.
Por último, trasladarte nuestra preocupación por la dificultad que nos trasladan desde varias residencias con casos positivos y situaciones complejas de contactar con los geriatras de los hospitales y por la dificultad de que pacientes de las residencias sean derivados a los hospitales de referencia por lo que, dado que no cuentan con los recursos anunciados de medicalizar las residencias, les aboca a una situación de indefensión.
De cara a paliar esta situación y encontrar soluciones con carácter inmediato, como sabes, he solicitado la intervención de personal militar sanitario y logístico. De cara a poder poner en marcha esta activación lo antes posible solicito el refuerzo y el apoyo de la consejería que diriges en la intermediación con el Ministro de Sanidad y el Gobierno de España.
Un abrazo y mucho ánimo
Alberto
LO DICHO CON ANTERIORIDAD : METODO CALCADO DE LOS NAZIS EN LOS CAMPOS DE EXTERMINIO.
SEÑORA AYUSO USTED ES LA RESPONSABLE DE LOS ANCIANOS MUERTOS POR NO SER DERIVADOS A HOSPITALES POR NO TENER SANIDAD PRIVADA.
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