Lo peor que se puede decir de una persona es "no es de fiar". Es lo mismo que decir "le das la mano y te roba el reloj". Eso es lo que está haciendo Mariano Rajoy con Alber Rivera y Ciudadanos. Le ha firmado un acuerdo para la gobernabilidad y ahora dicen "que ya sabían que no lo iban a cumplir" Eso se llama ser un "tramposo", y si es el presidente del Gobierno el tramposo la cosa es muy peligrosa.
Rajoy no quiere ni oír hablar de la corrupción en el PP porque él sabe todo sobre las mordidas , sobres y dinero negro. La corrupción es el estado natural del PP. Y eso lo ha permitido y alentado Mariano Rajoy.
Mariano Rajoy firmó unos acuerdos para la investidura y no los cumple, ¿cómo se llama eso?, se llama trilero, fullero, carterista, mal pagador, todo lo peor; pero a Rajoy no le importa, a él sólo le importa ir con los otros Jefes de Gobierno a las reuniones, con eso satisface su ego personal, y si le llaman golfo, que se lo merece, le da igual, le dá lo mismo, él a lo suyo a sentirse importante entre sus compañeros. Es un caso claro de complejo de inferioridad no resuelto.
Hace falta ser muy tonto, pero que mu tonto, para fiarse de Rajoy. En la campaña para las elecciones del 2011, y luego en la sesión de investidura dijo por activa y por pasiva que no "tocaría las pensiones, la sanidad y la educación". En todo ha hecho recortes, y lo justifica con un gesto grosero de "esto es lo que hay y al que no le guste que se joda".
Mariano Rajoy no perdona que el 14 de marzo del 2004 perdiera las elecciones. Se pasó muchos años con la mentira de la autoría del atentado. Descalificó, miserablemente, a Rodriguez Zapatero y a sus once millones de votantes, porque no podía "tragar" que el presidente del Gobierno no fuera él, que había sido designado por el dedo del supremo líder, Aznar.
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