LA TRINCHERA SE ABRIÓ EL 14 DE MARZO DE 2004. SE HACE MÁS PROFUNDA

PRESIONES DE LA DERECHA PARA ASUSTAR A LOS DIPUTADOS

Teruel resiste pese a que la presión llegó hasta los restaurantes: "Si vota sí a Sánchez, anulo la reserva".

El cardenal de Madrid contradice la línea de la cúpula episcopal sobre el Gobierno que había pedido "rezar por España"

La presidenta del Colectivo de Víctimas del Terrorismo, a Casado: "¿Podrías dejar de utilizar a las víctimas y arrogarte su representación?"

Pablo Casado y el PP ha empleado todos los métodos para evitar la investidura de Pedro Sánchez. Nada ha quedado fuera de la crispación, la coacción y la amenaza. Ni las victimas del terrorismo, como diría Aznar estando en la oposición. Esta trinchera se abrió el 14 de marzo de 2004 cuando Zapatero le ganó la partida a Rajoy. Rajoy se puso junto con Zaplana, encarcelado por ladrón, y Acebes a propalar mentiras rocambolescas para responsabilizar al PSOE, a Rubalcaba en concreto, de los atentados de Atocha, con 200 muertos y 2.000 heridos. La culpa era de Aznar y de meternos en la maldita guerra de Irak. 

Tenía como aliados a Federico Jimenez Losantos y a Pedro Jose Ramirez, dos mentirosos de la peor calaña. Dividieron a España de tal forma que dejaron de hablarse muchas familias. Amigos de toda la vida llegaron al compromiso de no hablar de política para no terminar mal.

La legislatura fue un horror, con Mariano Rajoy de cabecilla del grupo conspiranoico. Eduardo Zaplana, de su natural chuleta descarado, llegó al absurdo de asimilar una casete de la Orquesta Mondragón con la autoría de ETA. Losantos afirmó rotundamente que los suicidas de Leganes, que le costó la vida a un policía GEO, eran  unos cadáveres congelados que tenía la policía guardados.  Estas locuras calaron entre los votantes del PP que vieron como perdían lo que daban por ganado. Fueron unos años muy malos en los que la convivencia se rompió. Entonces comprendí la verdadera maldad y perversión de la derecha facha española. Si no gobiernas ellos, los 'amos del cortijo' no gobierna nadie.

Ahora,en esta ocasión, Pedro Sánchez "le jodió la parva a Rajoy" y lo desalojo de la Moncloa con una moción de censura con 180 votos. Se desataron todos los truenos y los insultos contra Pedro Sánchez fueron de grueso calibre : "okupa, separatista, terrorista... y de todos menos bonito". Pablo Casado se hizo con la presidencia del PP y aborreció a Rajoy y abrazó a Aznar. Adoptó su doctrina de chuleta macarra y mentiroso endiosado. Casado tardó siete años en hacer media carrera de Derecho y la otra media la hizo en tres meses. Nunca jamás en toda la historia de la Universidad Española se había dado un caso así. Además pregonaba que tenía un máster pero nadie lo vio nunca. Tenía en su curriculo muchas horas  en la Universidad de Harvard, pero en realidad fueron una horas en un Centro de Aravaca, Madrid. Un dechado de virtudes.

Se convocaron nuevas elecciones y Pablo Casado cosechó el peor resulta de toda su historia, 66 diputados, perdió 77 y la mayoría en el Senado. Una hostia en toda regla, pero una hostia de las de Rita Barberá.

Como España es 'única' lo que podía haber sido una alianza de PSOE  y UP no se fraguó porque tanto Sánchez como Iglesias hicieron el gilipollas cum laude y no se pusieron de acuerdo, es más, se llamaron de todo y rompieron cualquier posible alianza.

Se convocaron nuevas elecciones y Pablo Casado no levantó mucho el vuelo pero si lo hizo Vox a costa del hostiazo monumental de Ciudadanos de Rivera y Arrimadas que de 57 diputados se quedaron con 10. Sí, 10 nada más. Casado dijo "esta es la mía" y se tiró al cuello de Sánchez para que Vox no le quitara la presa. Sánchez acordó con ERC y llegamos al 7 de enero de 2020. En las horas previas toda la maquinaria del PP estaba a todo trapo para conseguir, mediante amenazas, otro Tamayazo y, que algún diputado del PSOE o el de Teruel existe se acojonara y cambiara el Sí por un No. Lo consiguieron con Ana Oramas de Coalicción Canaria y con el Partido Regionalista de Cantabria de Revilla, el "bocazas" de Revilla. Pero pese a todas las presiones Pedro Sánchez ha sido investido presidente del Gobierno.

Pablo Casado fue a felicitarle, por compromiso y Sanchez le dio la espalda, se dio la vuelta y se dieron la mano. Una mano flacida y sin apretar de mero compromiso protocolario, hay que tener más estilo, los dos.

Ahora viene gobernar en minoría y para eso hay que "templar muchas gaitas".  Para empezar aprobar los PGE y derogar toda la morralla de Rajoy.  Tajo tienen, así que, a trabajar