A FRANCISCO LE LLEVAN LOS DEMONIOS |
El Papa Francisco le ha soltado un par de manotazos a una feligresa china que le sujetaba la mano. Lo mejor vino instantes después de zafarse de la mano, previos dos manotazos, la cara de 'mala hostia' del Papa Francisco no es nada evangélica de "poner la otra mejilla".
Yo comprendo que tiene que ser cansado ir dando la mano y que te la estrujen y te agarren fuerte, pero si le quitas eso a la persona del Papa la vuelves a subir a la silla Gestatoria, que suprimió Juan XXIII, y se usó por ultima vez por Juan Pablo I, antes que le dieran matarile los de dentro de su casa.
Esa costumbre de que el Papa baje a la altura de los fieles y le puedan tocar lo convierte en ídolo mediático al estilo de los artista famosos o los jugadores de fútbol.
Francisco ha pedido perdón públicamente, solo faltaba, pero lo hecho hecho está. La templanza de Francisco no parece ser su fuerte. Es argentino y eso marca mucho.
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