Vista del Valle de los Caídos, situado en el municipio madrileño de San Lorenzo de El Escorial, donde se encuentran enterrados los restos del dictador Francisco Franco.
Ni hace falta licencia de obra, ni son trabajos complejos, ni se prevé que exista un especial riesgo o “peligro para la vida” de los operarios que trabajen para exhumar a Francisco Franco. El Tribunal Supremo ha dejado en evidencia este lunes al juez José Yusti Bastarreche, titular del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo 3 de Madrid, que en febrero decidió suspender cautelarmente la licencia de obra teóricamente requerida para sacar al dictador del Valle de los Caídos.
La sentencia del Alto Tribunal rebate incluso varios de los razonamientos del juez, que además suspendió el preceptivo informe de viabilidad técnica favorable a la obra, elaborado por el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial -el paso inmediatamente anterior a la concesión de la licencia- basándose en un informe pagado por la Fundación Francisco Franco.
El informe de la Fundación Francisco Franco firmado por dos arquitectos, siempre se ha conocido en la profesión la figura del arquitecto firmón. Pero que un juez admitiera como pruebas irrefutables dichos informes entra de lleno en la "prevaricación". No hace falta ser profesional ni experto para saber que mover una losa de 1.500 kilos que tapan la sepultura de Franco no pone en riesgo de colapso a todo el edificio del Valle de los Caidos. Y, aquí es donde el Supremo le pega el palo al Juez José Yusti Basterreche. Un juez tiene que ser imparcial por principio y porque le obliga la Ley. El juez Yusti Basterreche no lo ha sido y el CGPJ debería tomar cartas en el asunto.
Los alegatos de las partes pueden ser disparatados, pero para eso se somete al criterio de un juez que ajusta a Derecho las pretensiones de las partes. "ajustar a Derecho". No darle la razón a tu amigos franquistas.
Ni uno solo de los pilares del auto de Yusti ha aguantado el golpe de esta sentencia. (Del Supremo)
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