Desde la fecha de la incorporación de España a la Unión Europea (UE) han pasado 30 años. Para España fue como si le hubiera venido a ves el tío rico. Nos financiaron carreteras, ferrocarriles, colegios, redes de agua, de todo. España cambió de cara y prosperó más que en toda su historia. Nos creíamos que era porque eramos listos pero era porque nos financiaban. En esa época había mucho dinero fresco y pocos conflictos.
La vida cambia rápidamente y aparece la verdadera cara de las cosas. La primera fue el conflicto de los Balcanes , la Guerra de la ex Yugoslavia. Ahí se puso a prueba la eficacia de la institución. La comisaria de Exteriores, una persona inútil total no fue capaz de articular una sola medida acertada. Al final le pidieron ayuda a la OTAN y a los Yankees para bombardear Sarajevo y poner fin a las matanzas. A Julio Anguita le llevaron los demonios los bombardeos, el era pro Ruso y no aceptaba la maldad del criminal Milosevic que estaba siendo apoyado por los rusos.
Recientemente se ha presentado un drama monumental, la guerra de Siria y los refugiados vagando por media Europa pidiendo asilo porque en su país hay una guerra y se están matando a miles, cientos de miles.
A la UE les han cogido con el paso cambiado, se les ha puesto cara de no saber que hacer y no hacen nada. Bueno, si han hecho algo que es peor que nada <pagar al dictador de Turquía para que sirva de campo de concentración-exterminio de los refugiados>. así pretenden lavar sus conciencias, pagando a otro para que haga de malo de la película. Erdogan no necesita muchas peticiones para que haga una carnicería, ver lo que ha hecho después del supuesto golpe de estado.
Estos señoritos de la UE, son los que manejan el dinero de todos los Europeos, son los que imponen sus políticas austericidas a los países que no son de su cuerda, de la cuerda de Angela Merkel, que es una mezcla de nazi-comunista y sabemos en que lo que terminan sus hijos.
Estos pajarracos depredadores cobran unos salarios que son impublicables por obscenos, sus jubilaciones son compatibles con todo. Se re-colocan en empresas con sueldos vergonzosos, y al tiempo no quieren enterase que hay millones, sí millones de personas desplazadas por el mundo. Son los que ante los paraísos fiscales miran para otro lado. A ellos que no les toquen su confort. Los desplazados por la guerra que no se arrimen, no sea que traigan piojos, que diría Celia Villalobos.
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