"Una limosnita por caridad, que soy política y sólo cobro 95.000 euros al año" . Esto es lo que ha dicho la inefable Esperanza Aguirre, azote de Carmena, medidora de aceras, descubridora de la Gurtel, pobre de solemnidad que tiene que comprarse las bragas en el mercadillo, que en las tiendas del barrio ya no la fían más y que va a montar una ONG que va a llamar "apadrina a un político, que no les llega el sueldo a fin de mes".
Podría ser una inocentada de Navidad, pero no, esta Aguirre no tiene limite, ni vergüenza, ya no sabe que chorrada hacer, que bronca armar o en que charco meterse para que hablen de ella, aunque sea para llamarla espantajo.
Esperanza Aguirre es portavoz del Grupo Popular en el Ayuntamiento de Madrid por lo que cobra más de 95.000 euros al año. Esto dicho en un país que tiene 11 millones de personas en el umbral de la pobreza, que las están pasando canutas, no tiene ni pizca de gracia. Esto es un desprecio a la dignidad de las personas que trabajan y cobran un sueldo de pobre, sí de pobre, por culpa de la reforma de su partido, el PP.
La inefable Esperanza Aguirre se ha pasado todos los pueblos con su ultima majadería y pone de manifiesto la nula credibilidad de estos políticos que justifican lo injustificable.
Julian Marías, (padre) escribió un magnifico articulo que venía a decir :cuando lees una noticia sobre algo de lo que conoces, te das cuenta de las mentiras que dicen, luego, cuando lees otra noticia sobre algo que desconoces, piensas, me estarán contando las mismas mentiras que el asunto que sí conocía.
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