domingo, 29 de septiembre de 2024

JUAN CARLOS I EL DEPREDADOR

 

JUAN CARLOS I EL DEPREDADOR, EVASOR DE IMPUESTOS Y FOLLADOR SIN CUENTO, UN BORBÓN EN TODA REGLA

La nueva fundación de Juan Carlos de Borbón en Abu Dabi alimenta las sospechas sobre sus pagos a Hacienda

El rey emérito fijó en 2020 su residencia en la capital de Emiratos Árabes tras el destierro que asumió ante el derrumbe de su reinado por los escándalos económicos y personales que le empujaron a la abdicación en 2014. Aquel país es famoso por su opacidad financiera y allí Juan Carlos de Borbón ya no tendrá que pagar impuestos.

Juan Carlos I abdicó, pero su renuncia no terminó con la catarata de informaciones sobre sus amantes y su patrimonio oculto en el extranjero para no rendir cuentas ante la Hacienda Pública. La ruptura de Juan Carlos de Borbón con Corinna Zu Sayn-Wittgenstein, más conocida como Corinna Larsen, provocó la revelación de ingresos y gastos millonarios sin justificar y sin tributar por ellos, lo que provocó una investigación de Hacienda y de la Fiscalía. 

La Fiscalía determinó que parte de los hechos ocurrieron cuando Juan Carlos de Borbón era rey, por lo que la inviolabilidad constitucional al jefe del Estado le eximió de toda responsabilidad. Y para enjuagar los otros expedientes, Juan Carlos de Borbón realizó sendas declaraciones complementarias que la Fiscalía dio por buenas en una controvertida decisión. 

Una, a finales de 2020, por 678.394 euros. La otra, ya en 2021, por 4,4 millones de euros. El primero de los pagos zanjó la investigación sobre el uso que él y parte de la por entonces Familia Real hicieron de cuentas y tarjetas de crédito opacas al fisco. El segundo, la investigación sobre los vuelos en jets privados que le sufragó la fundación internacional de un primo suyo.

Esos 4,4 millones los abonó con un supuesto préstamo que, según declaró a la Agencia Tributaria, recibió de un grupo de amigos ante su supuesta falta de fondos. Este tipo de fórmulas implican presentar un plan de amortización a Hacienda para devolver la ayuda financiera, aunque el rey emérito no podía presentar ningún ingreso que permitiera pensar que, efectivamente, iba a devolver el dinero. De lo contrario, sería una donación encubierta que generaría nuevos impuestos ante la Comunidad de Madrid.

Para cuando se formalizó el presunto préstamo, el rey emérito ya no recibía la asignación directa que, de forma discrecional, le otorgó su hijo y sucesor en el trono, Felipe VI. El actual monarca admitió en marzo de 2020, con el país confinado y en shock ante la peor pandemia mundial en un siglo, su participación (teóricamente inconsciente) en los vehículos financieros que su padre habría utilizado para evadir su patrimonio, así como su intención de renunciar a la herencia dineraria que le corresponde por parte de su progenitor. Lo aseguró ante notario, por él y por su primogénita, Leonor, Princesa de Asturias y primera en la línea sucesoria. Se trata de una declaración sin valor legal.

Felipe VI también dejó al rey emérito sin el sueldo de 161.036 euros que él mismo le había puesto con cargo a los presupuestos de Zarzuela. Su madre, Sofía de Grecia, sigue cobrando su asignación, y el jefe del Estado no ha afirmado su intención de renunciar a la herencia dineraria que le corresponda por esa parte.

Mentiras a Hacienda

Las informaciones sobre el nuevo vehículo financiero que prepara el rey emérito, adelantadas por El Confidencial, plantean nuevas sospechas sobre el origen del patrimonio que atesora Juan Carlos de Borbón, quién se lo ha custodiado hasta ahora y dónde. Nada nuevo en la historia de la monarquía española.

La noticia radica ahora en que el rey emérito pudo haber mentido en las declaraciones complementarias que le sirvieron para escaparse de una serie de investigaciones por delitos fiscales que podrían haber culminado en una condena penal para él.

El Código Penal establece que la declaraciones complementarias para ponerse al día con Hacienda impiden “que se le persiga por las posibles irregularidades contables u otras falsedades instrumentales que, exclusivamente en relación a la deuda tributaria objeto de regularización, el mismo pudiera haber cometido con carácter previo a la regularización”. Es decir, cierran el caso.

Pero como recuerda el inspector de Hacienda Ransés Pérez Boga en conversación con elDiario.es, esa regularización debe ser “completa y veraz”. Y la aparición de estos fondos podrían indicar que las complementarias de 2020 y de 2021 no lo fueron. Especialmente esta última, que incluye el préstamo sindicado de los amigos del rey emérito.

“Se podría reabrir la investigación”, apunta Pérez Boga, que es jefe de equipo de Inspección en la Agencia Tributaria, ya que de confirmarse las informaciones el rey emérito habría mentido a Hacienda.

Segun este inspector, se podría abrir una nueva vía de problemas fiscales para el mayor de los Borbones. El nuevo vehículo financiero podría producir alguna rentabilidad. O permitiría disponer de los fondos que ahí se gestionen para gastos, ya fueran personales o en el marco de alguna actividad propia de la fundación. En ese caso, los residentes fiscales en España tendrían que pagar el correspondiente IRPF.

Porque en el patronato de dicha fundación están, al menos, las dos hijas del rey emérito, siempre según las informaciones publicadas en los últimos días. Las mismas noticias indican que Felipe VI no está en el patronato por decisión propia. Tampoco su heredera, Leonor. Sobre el papel de la segunda hija del rey, Sofía de Borbón, no se sabe nada.

El inspector de Hacienda recuerda que Juan Carlos de Borbón está haciendo algo “que ya han hecho antes” y que permite transmitir propiedades de forma sencilla y, al hacerlo en Emiratos, fuera del radar de Hacienda. “Ya son dueños del patrimonio, los nietos y bisnietos vivirán de sus intereses”, afirma.

ESTOS BORBONES, YA LO DIJO VALLE INCLAN, LOS ECHAMOS DE ESPAÑA POR LADRONES NO POR BORBONES.

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