lunes, 15 de febrero de 2021

CASO CIFUENTES EL MUERTO SE LLEVA TODAS LAS CULPAS. LA BENEFICIADA QUEDA EXCULPADA. ¡JODO CON LA JUSTICIA!

 

CRISTINA CIFUENTES MOSTRANDO EL 

CERTIFICADO FALSO DE SU MÁSTER

Las "graves irregularidades" sobre el máster de Cifuentes que la sentencia recoge como hechos probados

Los jueces señalan que las explicaciones de Cifuentes sobre cómo cursó el máster presentan "un conjunto de incongruencias", y llegan a calificar de "inexplicable" que dijese que había defendido el TFM
La Audiencia Provincial de Madrid ha absuelto a Cristina Cifuentes del delito de falsedad documental, esto es, no considera que indujese la elaboración del acta falsa sobre su Trabajo de Fin de Máster para justificar que sí hizo el posgrado. Eso sí, los jueces han detectado "graves irregularidades" en el desarrollo de ese máster de la Universidad Juan Carlos I, y que la expresidenta aún defiende que cursó.

CRISTINA CIFUENTES MINTIÓ CUANDO DIJO QUE HABÍA REALIZADO EL CURSO Y LA DEFENSA DEL MÁSTER.

Los jueces comienzan por señalar que Cifuentes pasó de "no presentado" a notable en dos asignaturas, sin haber siquiera hablado con el profesor o haber hecho mérito académico alguno. "No consta", dice la sentencia, que Cifuentes realizase "examen, ni trabajo, ni ninguna otra actuación merecedora de calificación".

Esas actas se modificaron de manera "irregular" en 2014 por parte del profesor Pablo Chico de la Cámara, que solo ha comparecido en este juicio como testigo. La funcionaria Amalia Calonge "accedió al sistema informático, y a pesar de que no tenía competencias para hacerlo, modificó no solo la nota obtenida en la asignatura del profesor Chico, sino que accediendo irregularmente al sistema en 2016, también modificó la nota del trabajo de fin de Master".

"El desarrollo de este curso estuvo plagado de irregularidades, lo cual está acreditado documentalmente", insisten los jueces, aunque restan importancia a la matriculación fuera de plazo de Cifuentes, que empezó el curso tres meses después que sus compañeros. Eso sí, durante la sentencia se remarca una y otra vez el hecho de que la expresidenta aprobase dos asignaturas con un cambio de notas que no estuvo motivado por ningún trabajo o examen. Algo que definen como una "modificación fraudulenta".

Esta es una sentencia pensada para que no quepa recurso. Se acusa y condena las personas que por su cuenta, ¿? decidieron cambiar notas y falsificar firmas para dar validez al certificado de Máster de Cristina Cifuentes, que ni había aparecido por clase ni había defendido el máster.
De la sentencia se deduce que el malo de la película fue el muerto, el profesor muerto. Y, que las condenadas deben ser condenadas por meterse a cocinar en casa ajena.

Una vez falsificado el documento, el rector de la URJC lo recibió en su correo y remitió una copia del acta a la oficina de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. "Ésta la exhibió en las redes sociales y en varios medios, para evitar las consecuencias políticas a las que debería enfrentarse", dicen los jueces en sus hechos probados, aunque insisten en que ella no movió un dedo para conseguir esa coartada. Eso ya es más difícil de tragar.

Primero: Cristina Cifuentes estaba convencida que había hecho el curso de máster y que lo había defendido. Estaba un poco obcecada. Bueno, al final dijo que ni había hecho el curso ni lo había defendido. Pero que por amor, esto lo digo yo, dos personas allegadas falsificaron firmas y cambiaron notas. Pero que no hay ninguna prueba que ella, Cristina Cifuentes interviniera en pedir estas maniobras. Después de la sentencia  a la Infanta Cristina de Borbón, todo cabe en una sentencia

Cristina exhibió una certificado falsificado a sabiendas que era falsificado para salvar su prestigio político. Ahora los jueces no encuentran responsabilidad en quien se benefició de la falsificación y condenan a quien lo falsificaron, siempre motu proprio  y sin conocimiento de Cifuentes. Estos son cargos agradecidos y nos los de ahora.

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