Alberto Chico ha pasado de quitarnos las ganas de ir a un restaurante a base de mostrarnos las guarradas que se hacen en las cocinas a decirnos que en España se come de cine y se olvida como nos enseñó las porquerías que nos daban en los restaurantes de las Ramblas de Barcelona, uno más entre los muchos que visitó.
Hay que ser un poco más coherente y para eso hay que bajarse del éxito mediático en el que está inmerso. La hostelería está pagando un precio muy alto con está crisis del coronavirus. Como otros muchos, se acordaron, a ultima de hora, de los proveedores del sector primario, que dicho sea de paso tiene mucho menos colchón que cualquier hostelero.
Los ganaderos, pescadores, o agricultores que servían a bares y restaurantes están sin servir sus productos, como el de las aceitunas y las patatas fritas y los viticultores que se está bebiendo sus vinos (con el Brexit las exportaciones se han hundido) y "se los están comiendo con patatas" dicho sea con todo mi respeto.
El turismo es un elemento depredador, me explico. Se construyen miles de viviendas en zonas costeras para alojar a los millones de turistas; el constructor gana mucho dinero, ese es el primero que gana, el que los alquila gana mucho dinero y, la hostelería, a base de "envenenar", lo digo por experiencia propia, a muchos incautos ganan mucho dinero. Los empleados, la mayoría trabajan muchas horas y medio sueldo se los dan en negro y compensado con las propinas. No son los empleados los que se forran precisamente.
Con esta teoría se ha llenado de hormigón toda la costa española desde Port Bou hasta Huelva, incluidas las islas, Baleares y Canarias. Se ha destrozado un paisaje y todo para llenar unos bolsillos. Ahora los hosteleros piden ayuda, yo no recuerdo haberlos visto solidarizándose con los millones de trabajadores de la construcción que se quedaron sin trabajo y con hipotecas en el 2008.
Cada uno defiende lo suyo, y así nos va. Tengo que decir que yo he comprado online a ganaderos, pescadores y agricultores, incluidos pasteleros de Madrid, con el fin de paliar un poco su crisis.
Un sector machacado ha sido el de viajes, las agencias de viajes y lo que representan: desde el que te compra los billetes del avión, el avión que te traslada, el que te recibe en el aeropuerto con un autobús y sus chofer, etc... Una cadena interminable.
La postura de Alberto Chicote no me gusta nada, se ha subido en el podio de la fama y eso acaba hasta con Miguel Bosé.
Yo seguiré ayudando en la medida de lo que pueda, pero la crisis de la hostelería no es únicamente de horario o es qué no se han enterado que hay un millón de parados más y un enorme miedo al futuro. ¡Como para irse a tomar unas raciones y unas cañas! ¡No te jode!.
Teniendo siempre muy presente a los muertos por la pandemia, esos no volverán y sus familiares no los volverán a ver, en España 61.386 a 8 de febrero, en menos de un año y 12.883 en Madrid. Son cifras para pensar.
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