LA TROPA PEPERA, LA CHULA, EL PATRÓN Y OTRAS CHICAS DEL MONTÓN
"Quién pueda hacer, qué haga", esa fue la consigna de Aznar al inicio de esta legislatura. El pequeño Napoleón lanzaba así un mensaje de largo alcance para definir la legislatura y esa es la sinfonía que toca estas semanas el partido popular.
José Miguel Tellado, portavoz de la formación en el congreso, dijo ayer lo siguiente: "Nuestra obligación es acabar con este gobierno y lo vamos a hacer con todos los medios a nuestro alcance". Desde luego, van de cara. La frase tiene cierta miga, porque define a la perfección cual es la idea de la democracia que manejan estas personas. Que la función de la oposición no es acabar con el gobierno entiendo que es un básico para empezar a entendernos. La función de la oposición es vigilar y controlar al gobierno, pero no acabar con él. Lo de utilizar todos los medios disponibles, pues tiene también el típico toque llenapistas de una derecha en estado de ebullición permanente.
Esta semana empezó con el caso Koldo y con la denuncia que presentaron por una supuesta financiación ilegal del PSOE y ha terminado con la imputación del Fiscal General del Estado. Una imputación que plantea la pregunta siguiente: ¿De que forma debe actuar una institución del estado ante los bulos? ¿Cómo se defiende de la mentira si no puede hacer circular la verdad? A todo esto y ya que estamos... ¿A nadie le preocupa que el jefe de Gabinete de la Presidenta de la Comunidad de Madrid anunciara la imputación días antes de que se produjera? ¿Es ese el normal funcionamiento de las instituciones?
Hace unos años me denunciaron por unos tuits. El caso duró dos años y se abrió y archivó varias veces hasta llegar a la audiencia nacional, dónde fui absuelto. En todo ese proceso ni una sola vez mis abogados (o para el caso, yo mismo) se enteraron de los pasos por los que iba pasando el proceso antes que los medios de comunicación. Ni una sola vez. Si el caso se archivaba, yo me enteraba por la prensa. Si se reabría, me enteraba también por la prensa. Todas y cada una de las veces durante dos años. ¿De verdad ahora nos tenemos que creer que el problema es que el Fiscal General del Estado difundió o mando difundir unos mails?
Cualquier aficionado al true crime producido en España se ha vuelto un experto en judicialización doméstica y ha comprobado con cierta naturalidad como no hay caso español que no haya tenido su pequeña parte en la que el juez instructor tiene una relación particular con los medios de comunicación. Cuando no es el juez instructor es la acusación, cuando no es el fiscal y cuando no la defensa.
¿ Y la justicia dónde está? Con el PP, como toda la vida.
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