FRANCIA Y LE PEN, ITALIA Y MELONI, ESPAÑA CON VOX Y EL PP Y SUS ROSARIOS CON LOS TOGADOS...
NO ESTÁN LOS TIEMPOS COMO PARA DORMIRSE EN LOS LAURELES
Varios diputados del PP y Vox muestran su racismo tras llamar "sudaca" y "tucumano" a Pisarello en el Congreso
Los parlamentarios de ambas formaciones han proferido insultos y descalificaciones contra el diputado de Sumar durante el debate de la amnistía. "Es un espectáculo que la gente no se merece", afirma Francina Armengol.
Un diputado de Ayuso propone "rezar un padrenuestro" en una iglesia como remedio contra el calor. Enrique Serrano se llama el pollo. entre fachas y gilipollas estamos buenos.
Un consejero de Ayuso dice que la vivienda protegida "deteriora" los barrios y le llueven las críticas. Ya están aquí.
El juez impidió al fiscal interrogar cuando desmontaba la denuncia de Manos Limpias contra Begoña Gómez
Juan Carlos Peinado no permitió que el director de 'El Confidencial' respondiera sobre las cartas de recomendación emitidas por la esposa del presidente del Gobierno. Lo ven como ya están aquí
El juez usa una providencia para contestar a las críticas por citar a Begoña Gómez en campaña: “No hay ley que lo impida”LA VERGÜENZA LO IMPIDE
QUÉ SÍ QUÉ YA ESTÁN AQUÍ EN PLENO DÍA DE REFLEXIÓN Y EN JORNADA DE VOTACIÓNY CON PERMISO DEL TRIBUNAL DE JUSTICIA DE MADRID EN CONTRA DE LA JUNTA ELECTORAL. ¡QUIEN MANDA MANDA!
Obviamente, este pecado de soberbia hace a estos jueces y fiscales especialmente peligrosos, en cuanto a que en sus manos está decidir sobre asuntos de envergadura que nos afectan a todos. Y es muy distinto cuando un fiscal exige el cumplimiento de una norma o el juez aplica la misma, con la inevitable interpretación que su profesionalidad aconseja, a que lo uno o lo otro se haga considerando su ideología, o la de aquellos por los que siente simpatía, o de los que espera una recompensa posterior, o para favorecer una ideología determinada.
Puede que si las cosas les van como lo desean a aquellos que les jalean, estos jueces o fiscales tengan en el futuro oportunidades de ascenso, bien dentro de la profesión o (ya se han visto casos) en el ámbito de la política. Quienes actúan de este modo no han entendido en qué consiste su oficio, y consideran que la independencia judicial es un privilegio corporativo y no un derecho de la ciudadanía, tal como se establece en todos los textos constitucionales.
La independencia judicial es uno de los pilares esenciales del Estado de Derecho. ¿Y quién debe supervisar que cumplan con este deber? Tiene diferentes nombres, pero en nuestro país imaginario se llama Consejo General del Poder Judicial. Se da la curiosidad de que ya caducó su mandato hace años y las actuaciones de sus miembros están contaminadas y, peor aún, encabezan las acciones contra los otros poderes del Estado (especialmente las del sector conservador). De equilibrador y garante, ha pasado a ser preocupante y parcial.
De ahí que, cuando un profesional de la justicia aplica el derecho modificando la letra de la ley a tono con el discurso político de determinada opción de la misma naturaleza, deja de ser juez para convertirse, in pectore, en un militante interesado de un partido. Ahí es cuando se politiza la justicia y, por tanto, desaparece.
"Quien pueda hacer que haga", y el juez hizo
Una decepción electoral el 23J, sumada a una frustración por no rentabilizar la crítica a la amnistía y ahora a una campaña para unas elecciones europeas que plantearon como un plebiscito que no pinta nada bien. Por eso ahora lo fían todo a Begoña Gómez. Igual que anteriormente lo fiaron todo al “Que te vote Txapote”, a “derogar el sanchismo” y a hablar del Falcon. Pero se les acaban las ideas y cada vez necesitan más ayuda. Y allí donde al PP le surge una necesidad, a un juez se le ocurre una querella. En este caso una querella presentada por el pseudosindicato Manos Limpias de escasas siete páginas basada en unos menguantes 8 recortes de prensa entre los que se incluía uno de los bulos más cutres y ridículos de esta década. El que confundía a la mujer del presidente del Gobierno con una hostelera de Cantabria con el mismo nombre. Pero al juez le dio igual. De la misma forma que le trajo sin cuidado que el Tribunal Supremo dijese que no se pueden aceptar querellas a trámite basadas únicamente en recortes de prensa. Este juez, orgulloso padre de una concejala del PP de Ayuso, no le teme a nada. Supongo que tiene que ver con que a sus 70 años le trae sin cuidado que lo inhabiliten o pierda el poco prestigio que le quede tras haber montado todo este circo. Todo sea por luchar contra la supuesta dictadura socialcomunista, pensará.
Quien pueda hacer que haga, dijo Aznar. Lo que supongo que debió haber añadido es que lo hiciesen sin que se notase tantísimo. Tanto que hasta la propia Guardia Civil en su informe de la UCO tiene que perder tiempo y tinta confirmando que el bulo de Begoña Gómez y la subvención es, efectivamente, un bulo, y que el resto de acusaciones tampoco se sostienen sobre pruebas constatables.
Pero esto no va de justicia. Va de ayudar a un partido en apuros y con una larga resaca que arrastran desde el 23J y cuyos máximos responsables somos todos nosotros. Los ciudadanos españoles, me refiero. Que con nuestro capricho de votar a quien queramos en los procesos electorales decidimos hace escasos meses que Feijóo y su potencial vicepresidente Abascal no accediesen a la Moncloa. Y de aquel trauma democrático, estos fangos. Los hemos visto manifestarse en Ferraz, cortar calles con Esperanza Aguirre a la cabeza, utilizar un gobierno autonómico para amenazar a periodistas (“os vamos a triturar, vais a tener que cerrar”), traer a Javier Milei a España para que nos gritase lo “hijos de puta” que somos los zurdos y hasta ir a ver a Netanyahu para felicitarle tan solo un día después de que cometiese un crimen de guerra bombardeando un campo de refugiados. Y después de esta sobreproducción de tristes esfuerzos por revertir el capricho democrático de los españoles y tras pedir, apenas unos meses después de haber ido a votar, que se convoquen elecciones de nuevo; no les quedaba otra que el frente judicial. No bastaba con un CGPJ secuestrado desde hace más de cinco años por el PP. Hacía falta un juez que tuviese la valentía de ir todavía más allá. Dicho y hecho. Me apena, pero no me sorprende. Una lástima para ellos que el resultado de las urnas se mantenga invariable a pesar de su sobreactuación.
QUEDA DICHO, LO ESTÁN HACIENDO
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