A LA JUSTICIA ESPAÑOLA NO LE MOLESTÓ LA AMNISTIA FISCAL DEL PP
La amnistía del PP ante la que callaron jueces y fiscales
La amnistía aprobada por el PP en 2012 no pretendía superar un conflicto político, sino engrosar las arcas del Estado invitando a los evasores fiscales a que blanquearan sus capitales. El TC la tumbó cuando el daño estaba hecho. No hubo entonces movilizaciones de jueces y fiscales para torpedearla
Impresiona la histeria de la derecha (partidos, jueces, fiscales, medios amigos) a causa de la ley de amnistía para los condenados del procés. Braman a los cuatro vientos todo lo que les pasa por la cabeza: que la amnistía es inconstitucional, que humilla a los jueces que han dictado las sentencias, que quiebra el principio de igualdad de los españoles ante la ley… En suma, ¿lo adivinan?, que se rompe España. Muchos togados ya se están preparando para presentar cuestiones de constitucionalidad ante el TC o cuestiones prejudiciales ante la justicia europea. Algunos lo harán con un sincero interés por disipar dudas sobre la nueva legislación, pero otros lo harán con el ánimo de torpedearla en cumplimiento del grito de guerra aznariano de “el que pueda hacer, que haga”. En paralelo, el PP, Vox y su artillería mediática seguirán martilleando como música de fondo la consigna de que Sánchez ha cometido un acto de alta traición a la patria. .
Pero no nos engañemos. El PP no es enemigo de las amnistías. Solo lo es de aquellas que no le gustan. En la votación de la primera ley de amnistía de esta etapa democrática, la Alianza Popular de Fraga, antecesora del PP, no votó en contra, sino que se abstuvo. Le enfurecía que la ley cobijara a más rojos de la cuenta, cierto, pero entendió que también permitiría salvar el pellejo a un buen número de personajes que habían sido altos cargos en la criminal dictadura franquista. Tan blindados quedaron, que un intento por investigarlos tres décadas después terminó con la expulsión de la carrera judicial del juez Baltasar Garzón. Hay que ver con qué devoción y vehemencia invocaron los populares aquella amnistía de 1977 cuando Garzón intentó escarbar en tan turbio pasado.
Se da la circunstancia de que la única amnistía declarada inconstitucional hasta el sol de hoy la promovió, precisamente, el PP, bajo el Gobierno de Rajoy. El objetivo de esa amnistía no era pasar página a un conflicto político en busca de una reconciliación, como fue la de 1977 y pretende ser la del procés, sino engrosar las arcas del Estado invitando a los ricos evasores fiscales a que blanquearan sus capitales. La única exigencia era que pagasen a Hacienda el 10% de la suma aflorada. Nada de multas, nada de intereses por la deuda. Rajoy aprobó aquella amnistía en 2012 mediante decreto-ley, sin debate parlamentario, con el nombre eufemístico de Declaración Tributaria Especial, y esa amnistía sí que atentó contra España e hizo añicos la igualdad entre los españoles. No lo digo yo: lo dijo por unanimidad el Tribunal Constitucional en su fallo de 2017, cuando ya el daño estaba hecho y no había vuelta atrás.
Vale la pena recordar uno de los párrafos cruciales del fallo: “La adopción de medidas que, en lugar de servir a la lucha contra el fraude fiscal, se aprovechan del mismo so pretexto de la obtención de unos ingresos que se consideran imprescindibles ante un escenario de grave crisis económica, supone la abdicación del Estado ante su obligación de hacer efectivo el deber de todos de concurrir al sostenimiento de los gastos públicos. Viene así a legitimar como una opción válida la conducta de quienes, de forma insolidaria, incumplieron su deber de tributar de acuerdo a su capacidad económica, colocándolos en una situación más favorable que la de aquellos que cumplieron voluntariamente y en plazo su obligación de contribuir”.
Tres amnistías: una impulsada por UCD, otra por un pacto PSOE-Junts-ERC, otra por el PP. Las dos primeras tenían como objetivo resolver situaciones políticas complejas: el paso del franquismo a la democracia y la superación, por lo menos de manera transitoria, del trauma del procés. La tercera pretendía recaudar fondos favoreciendo a los evasores fiscales mediante una quiebra de la justicia y equidad tributarias, consagradas en el Titulo I de la Constitución. La única que ha sido declarada inconstitucional es la tercera. Una amnistía de las que le gustan a la derecha.
LA DERECHA, INCLUIDA LA JUDICIAL, LE GUSTA LAS COSAS DE LA PELA PERO LO OTRO LE REPELE. SIEMPRE JA SIDO ASÍ
No hay comentarios:
Publicar un comentario